Antonio G.L. murió por causas naturales en la prisión por sus múltiples dolencias y era la persona clave en el entramado
Castellón Información
El lunes se conoció que el líder espiritual de la secta desarticulada en Vistabella hace dos meses había fallecido en prisión.
Antonio G.L. tenía 64 años y ahora estaba en el módulo de enfermería por las dolencias que sufría, según han explicado fuentes sindicales.
La policía, que sigue con la complicada investigación del caso, abrirá otra investigación paralela por la muerte del líder de la secta, aunque desde la Subdelegación del Gobierno aseguran que "todo hace indicar que se trata de muerte natural" .
Como han confirmado a este medio fuentes policiales, el fallecimiento "complica la investigación, puesto que era la persona más importante en el entramado".
La secta estaba ubicada en una masía de La Chaparra, cerca de Vistabella, pero completamente aislada. Operó durante al menos tres décadas y residían varias familias con menores. Doce de las víctimas fueron liberadas por los efectivos policiales, que irrumpieron en la zona días antes en plena madrugada, entre ellos dos pequeños de 8 y 13 años, que pasaron a ser tutelados por la Generalitat.