Castellón Información
El senador por Compromís, Carles Mulet, ha afirmado hoy que una de las grandes reformas que se han de abordar con el inicio de la nueva legislatura es la despolitización del Tribunal Constitucional.
Según Mulet, "la indecente instrumentalización partidista los magistrados del Tribunal Constitucional nombrados por la cúpulas de los partidos políticos, ha deslegitimado éste, y por ello urge cambiar el método de designación de sus componentes; por un sistema que garantice su total independencia, para que dejen de comportarse como simples peones al servicio del partido, y lo hagan como actores independientes e insobornables".
El senador de Compromís recuerda que esa deriva de deslegitimación la empezó el PP con el recurso que presentaron contra el Estatut de Catalunya en 2006, dejando que fueran los magistrados del Constitucional quienes tuvieran en sus manos el poder de decidir con una sola sentencia casi todos los aspectos de la estructura territorial del Estado.
Así, Mulet ha explicado que la última reforma impuesta por la mayoría absoluta del PP en el Congreso y en el Senado, la "Proposición de Ley Orgánica de reforma de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional, para la ejecución de las resoluciones del Tribunal Constitucional como garantía del Estado de Derecho" , por el cual atribuye al constitucional funciones de persecución política, ha puesto de nuevo en tela de juicio las funciones del Constitucional".
"Desde su creación en todo el mundo, la legitimación de los tribunales constitucionales ha sido siempre muy débiles, y ¿por qué es un organismo muy débil?, porque es un organismo que no sólo tiene un contenido estrictamente jurídico, sino unas consecuencias políticas fundamentales, Así se ha dicho por ejemplo muchas veces que es un legislador negativo, desde el momento en que genera realmente legislación porqué puede retirar del ordenamiento cosas que le molesten al poder político. Por lo tanto, hay que ser absolutamente exquisitos y muy cuidadosos en cuanto a sus competencias". Ha remarcado.
Mulet incide en que las competencias fijadas en la Constitución, después de amplio consenso, parecían razonables y no tiene sentido la ampliación que se impuso el mes pasado en el Senado, sobretodo porque entra en un ámbito en que no es habitual en el derecho constitucional comparado que esté reservado a un tribunal constitucional, no puede bajar a la sanción particular, por eso tiene que entrar la justicia ordinaria, si no, estamos abriendo una puerta a la deslegitimación del tribunal constitucional, otra más, al choque que habrá o que puede haber entre la justicia ordinaria y la justicia constitucional, y en definitiva a un mayor descrédito del Tribunal Constitucional que bastante mal ya se hizo desde las prácticas de los partidos del bipartidismo, al utilizarlo para colocar a su gente alejados de sus funciones jurídicas y utilizándolo en muchos momentos como una herramienta de manipulación, en mejor ejemplo, sobre todo de la manipulación absolutamente aberrante del Tribunal Constitucional fue la que hizo el PP durante el proceso del Estatuto de Cataluña y ahora quiere agravarlo en esta reforma.