El Distrito Marítimo de Castellón disfrutará esta larga jornada de comida popular, música y toros
Más de 4.500 personas se han dado cita en el Grao de Castellón para celebrar el Dia de las Paellas, una tradición que comenzó como un gesto de los trabajadores portuarios hace más de 25 años y que hoy ya es una cita obligada en las Festes de Sant Pere de Castellón. 37 grados en el Paseo Buenavista que no amilanaron ni a los graueros ni a los visitantes en esta jornada principal de las fiestas en la que la gastronomía se viste de mar, primero con la paella y después con la 'Torrà de la Sardina'
Tàrsila Galdón/Esperanza Molina/Castellón Información
Las fiestas de Sant Pere 2019 ya empiezan a despedirse de los graueros y graueras. Aún así, el Grau aún tiene un fin de semana más para apurar sus fiestas. El día de hoy ha empezado a las 8:00 h con 'La Despertà' a cargo de la Peña de la Marxa acompañada por la charanga 'Bomba Show'. Por otra parte, a partir de las 11:00h, el paseo de Buenavista ha acogido el Día de las Paellas del Grau y entre risas, música y cerveza en mano, los graueros y graueras han tratado de combatir el calor y preparar la tradicional paella. El humo de las paellas puede que no ayudara a reducir ese calor que empezaba a ser insoportable, pero muchos ciudadanos han optado por no refugiarse en sus casas y ayudar a cocinar esta comida tradicional y seguir con la fiesta que honra a Sant Pere.
El mar es la esencia del Distrito marítimo de Castellón, y, de hecho, también el Día de las Paellas tiene un pequeño referente histórico relacionado, como no, con marineros y trabajadores del puerto. El cuarto teniente alcalde, Rafa Simó ha tratado de explicar la razón de la celebración de las paellas del Grau, y aunque no estaba del todo seguro: "Dicen que los trabajadores del puerto celebraban este día porque no trabajaban", pero ha añadido que de eso, hace ya al menos veinte años y se celebraba en la zona de carga y descarga.
El Día de las Paellas del Grau puede ser que no haya disfrutado de tanta gente como está acostumbrado, pero la fiesta y el buen ambiente no se han quedado en casa. Los distintos colectivos, entre los que se encontraban grupos políticos, collas o ciudadanos, estaban reunidos bajo las carpas, y ya organizaban tres o cuatro mesas con la comida para preparar la paella y encenderla.
Impaciencia por la falta de leña
El primer reparto de leña ha hecho corto. O el cálculo no había sido el correcto, o como comentaban algunas peñas, porque el reparto había sido desigual porque algunos habían cogido de más. Lo cierto es que mientras muchos preparaban ya todos los ingredientes, otros encendían ya el fuego, y otros esperaban impacientes porque no tenían combustible para encender el fuego.
Para los impacientes ha sido un grave problema que se ha resuelto pronto de la forma más sencilla, pero no exenta de anécdota. De repente la gente ha comenzado a dirigirse en masa hacia la zona sur del paseo... ¿Disparan una mascletà?, preguntaban algunos visitantes... ¿donde va toda esa gente?.
Pero no, no era una mascletà, era el camión de la leña que volvía bien cargado, y la gente que lo rodeaba para asegurarse los troncos que necesitaba para encender el fuego.
Con rapidez, todos se han llevado un buen puñado de leña para poder seguir con sus respectivas paellas y refugiarse bajo la carpa. La sombra era un bien preciado en esta edición 2019 del Grau, donde el termómetro público ya lucía una temperatura de 37º, pero los graueros no han tenido problema en sentarse y ya en la mesa, traer algo de picar y cerveza.
De mesas, había muchísimas, casi imposibles de contar, ya que ocupaban casi toda la acera del paseo Buenavista y las calles que desembocaban en él. Eso sí, parte de la avenida se dejaba libre para el trasiego de personas y materiales y, desde un punto de vista alejado y privilegiado, se podía ver como iban avanzando las paellas: algunos tenían lista la carne, otros, la verdura y, otros, que ni habían empezado, preferían pasar antes un buen rato en la mesa.
Las emisoras de radio emitían en directo y realizaban sus entrevistas, y representantes de todo tipo de colectivos se reencontraba con los suyos para no faltar a la cita de este año.
El teniente alcalde del Grau, Rafa Simó ha asegurado que desde el Ayuntamiento no ven recomendable ampliar más el espacio y pretenden respetar la zona Canalejas y también, la zona del puerto. "Debemos estabilizar el espacio", asegura Rafa Simó con media sonrisa . El teniente alcalde no ha sabido informar de cuantas paellas podían llegar a cocinarse durante la jornada, pero sí ha concretado: "Somos entre 4.500 y 5.000 personas".
Con todo, Rafa Simó lamenta que el Día de las Paellas del Grau no tengan más reconocimiento y manifiesta que desde el Ayuntamiento hacen todo lo que pueden: "Nosotros desde que estamos en el Gobierno sí tratamos de hacer que la gente esté más cómoda, bajo las carpas, el tema de las transversales, la leña..." Finalmente, el teniente alcalde asegura que es necesario reivindicar esta fiesta y seguir el ejemplo de las paellas de Benicàssim, "que hace ya mucho tiempo que están y mucha gente las conoce".
Lo que es cierto, es que paella, ha habido para todos, para los que cocinaban, miraban y celebraban... y también para las gaviotas, que han apurado hasta el último grano.
La charanga ha pasado con todas las niñas vestidas de graueras y con una sonrisa tímida, saludaban a los más mayores, que bailaban y bebían al ritmo de la música. Sin lugar a dudas, resultará ser un día agotador para la ciudad, ya que después de las paellas, serán las vacas las protagonistas de la jornada. Por otra parte, también disfrutaran de mucha música a, prácticamente, todas las horas del día. A las 20:00 h se realizará la tradicional Torrà de les Sardines a la explanada de la Llotja, una tradición destinada a recordar a los marineros y uno de los actos más emblemáticos del distrito marítimo.
