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Las alergias no son propiedad exclusiva de la primavera, el verano también tiene las suyas propias, a las que hay que prestarle la merecida atención. "Además de la alergia a los pólenes estivales, artemisia, salsola, chenopodium, girasol, parietaria... son otras las patologías alérgicas que pueden aparecer durante los meses de verano, menos conocidas, pero no por ello menos relevantes", según afirma Agustín Fernández, alergólogo del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo y director médico de Vithas Nisa.
Alergias alimentarias
Con la llegada del verano y el consumo de las frutas de temporada como son las rosáceas (melocotón, cerezas, ciruelas, nectarina, níspero, albaricoque, paraguayo, fresas y otras) y frutas tropicales (piña, kiwi, aguacate, ...) "pueden aparecer las alergias alimentarias a las mismas, sobre todo en aquellos pacientes alérgicos al polen, debido a la existencia de proteínas alergénicas presentes en pólenes y alimentos de origen vegetal".
Las proteínas causantes de este tipo de cuadros son de 2 tipos, las llamadas profilinas que habitualmente producen síntomas leves y normalmente localizados a nivel orofaríngeo (picor oral o en garganta, inflamación de labios, lengua y en ocasiones úvula); y las LTPs que debido a su estabilidad suelen ser responsables de manifestaciones alérgicas graves (anafilaxia donde se produce afectación de múltiples órganos con aparición de síntomas a nivel cutáneo, digestivo, respiratorio, cardiovascular, ...).
Este fenómeno, alergia a pólenes y alimentos de origen vegetal, es muy prevalente en el área mediterránea, siendo en ocasiones una alergia persistente y potencialmente severa. Si es su caso, es necesario que un Especialista en Alergología le haga un estudio y le indique qué frutas puede tomar y cuáles debe evitar.
Según la sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, "siete de cada diez reacciones a alimentos se producen fuera del domicilio". Por eso, los alergólogos recomiendan que no se baje la guardia, tampoco en verano, y se sigan "vigilando todos los ingredientes de los productos que se ingieren".
Picaduras por himenópteros
Las picaduras por himenópteros (avispas y abejas) se producen más durante estos meses, ya que la actividad de estos insectos aumenta y además la exposición de la población también es mayor, debido a la realización de actividades al aire libre.
Las reacciones por picaduras pueden ser locales, donde nos encontramos con una hinchazón, enrojecimiento, dolor, picor, ... en la zona de la picadura. Según el Dr. Fernández "son molestas, pero no graves. Cuando vuelven a picar la reacción suele ser similar. No necesitan tratamiento específico, sólo medidas higiénicas: limpieza y desinfección de la zona, aplicar frío local, antihistamínicos orales en caso de picor o corticoides en crema si aparece inflamación".
Pero ante las picaduras de himenópteros también nos encontramos reacciones sistémicas, urticaria/habones, ronchas generalizadas o hinchazón de algunas partes del cuerpo, mareo, bajada de tensión arterial, tos, pitos, ahogo, dificultad para tragar, pérdida de consciencia, ... Reacción grave, que pone en peligro la vida. "En la mayoría de los casos, al ser picados de nuevo sufren una reacción igual o más intensa que la anterior. En caso de presentar esta reacción deben acudir al especialista en Alergología para el diagnóstico y llevar a cabo un tratamiento correcto".
Alergia al frío
Aunque estamos hablando de las manifestaciones alérgicas en los meses de verano, en esta época es cuando se diagnostica la Urticaria a frigore o urticaria por frío, la denominada "alergia al frío". Se caracteriza por la rápida aparición de picor en la piel, enrojecimiento y ronchas pudiendo asociarse a inflamación de alguna zona del cuerpo al entrar en contacto con el agua a baja temperatura o bien al tocar o ingerir alimentos y bebidas frías. En ocasiones la reacción puede ser más grave presentando mareo, bajada de tensión arterial y pérdida de consciencia siendo en estos casos muy peligrosa la inmersión rápida del cuerpo en agua fría. Algunos casos de ahogamiento o lo que se conoce como "corte de digestión" son debidos a este tipo de patología.
Las personas que hayan presentado algunos de estos síntomas deben acudir al especialista en Alergología ya que, además de los antihistamínicos, es imprescindible que el paciente lleve consigo un autoinyector de adrenalina, evitar la toma de helados, bebidas frías y similares; evitar la introducción en el agua (mar, río o piscina) de forma brusca; debiendo realizarse de forma progresiva; evitar la exposición a aire frío o frío ambiental.
"En pacientes que vayan a ser sometidos a cirugía se deben tomar especiales medidas de precaución, como aumentar la temperatura del quirófano, recalentamiento de todos los preparados de administración intravenosa a 37º C, y remedicación con antihistamínicos y corticoides", añade el Dr. Fernández.
Alergia al sol
En el caso del sol, la denominada Urticaria solar, sus manifestaciones clínicas son la aparición de picor o ardor, enrojecimiento y ronchas en las zonas del cuerpo expuestas al sol que suele desaparecer en unas horas.
Sin embargo, entre las respuestas anormales de la piel a la exposición solar la más frecuente es lo que se conoce como erupción polimorfa solar, que consiste en la aparición de pequeñas ronchas o granitos, eccemas o manchas rojas en la piel a los 2-3 días de la exposición solar y que, a diferencia del caso anterior, las lesiones pueden persistir durante varios días.
El tratamiento de esta entidad consiste en una adecuada fotoprotección, asociado a la toma de antihistamínicos que puede llegar a controlarla, facilitando la exposición regular al sol y la inducción natural de tolerancia al mismo.