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Esta semana comienzan las clases para la mayoría de los alumnos de primaria y secundaria... Las mochilas comienzan a prepararse, pero no todos los padres están preocupados por el material escolar o los conocimientos que adquirirán sus hijos durante el curso... Existen muchos padres de alumnos con daño cerebral adquirido que se van a enfrentar esta semana con una nueva etapa y con unos retos totalmente diferentes a los de los demás.
Según explican desde el Centro de NeuroRehabilitación Pediátrica de Hospitales Nisa, durante su rehabilitación, los familiares van tomando conciencia de las dificultades que presentan sus hijos. Sin embargo, la reincorporación a las clases supone un cambio importante y, por este motivo, es necesario que familias, centros educativos y centros de rehabilitación estén en sintonía para que este paso sea lo más fácil para todos y a todos los niveles.
Con la finalidad de facilitar "la vuelta al cole" de personas con daño cerebral, el Servicio de NeuroRehabilitación Pediátrica de Hospitales Nisa realiza algunas recomendaciones al respecto:
1.- El primer paso sería la toma de contacto de la familia con el centro educativo al que asistirá el niño/a afectado/a. El objetivo es dar a conocer el estado cognitivo, motor y emocional del niño/a y todas aquellas consideraciones que se estimen oportunas.
En ocasiones resulta conveniente realizar la reincorporación de forma progresiva (por ejemplo, comenzar con pocas horas al día atendiendo a dificultades de atención, conducta, fatiga...en cuyo caso, se recomienda la elección de las horas lectivas más necesarias según las características del niño/a).
2.- Por otro lado, cada Comunidad Autónoma presenta un Plan de Actuación ante Adaptaciones Curriculares. Las adaptaciones que se realizan en el curso, pueden ser de diversa índole.
Respecto a este tema, el Servicio de NeuroRehabilitación, previo consentimiento de las familias y, por supuesto, acuerdo con los centros escolares, facilita a los centros de enseñanza los informes que dan a conocer de manera detallada las dificultades que presenta el niño/a y las estrategias que se están llevando a cabo, así como el uso y conocimiento de ayudas técnicas (como engrosador para lápiz, antideslizantes para la mesa, uso de tablets en vez de escritura convencional, adaptación y manejo de silla de ruedas, uso de ayudas técnicas para la marcha y brazos pléjicos, etc).
3.- Por último, es importante establecer un buen canal de comunicación entre la familia, el centro de rehabilitación del alumno y los agentes educativos.
Es primordial mantener contacto frecuente para valorar la evolución del niño/a en todos los contextos y para realizar las modificaciones o facilitar las ayudas que sean necesarios.
El doctor Joan Ferri, director del Servicio, recalca que una adecuada competencia social en la infancia está asociada a mayores logros escolares y a un mejor ajuste personal y social en la vida adulta; mientras que, la inhabilidad personal, se relaciona con baja aceptación, rechazo, aislamiento social, problemas emocionales, escolares, etc. Y es importante ayudar al máximo a los niños y adolescentes con daño cerebral que, en ocasiones, no cuentan con los mecanismos necesarios para relacionarse de forma adecuada con otras personas y muy a menudo presentan déficit en sus habilidades sociales.
