Las pruebas certifican y descartan la presencia del coronavirus al agua tratada y depurada, que es enviada a través de los EDAR en el mar
Juan José Benito/Castellón Información
Los análisis realizados esta pasada semana a las aguas residuales de Vinaròs han detectado una presencia muy baja del Covid-19 a las aguas residuales.
Se da la circunstancia que durante los meses de junio, julio y agosto no se encontró ningún rastro del material genético de SARS-CoV-2, mientras que en septiembre sí que se ha descubierto, pero en niveles bajos, según se informa desde el Ayuntamiento.
Desde el consistorio se informa que “los análisis, que se realizan de forma semanal, se repetirán para verificar y contrastar estos resultados para ver si se trata de un hecho aislado o si es persistente”.
En caso de que los datos corroboran la presencia del virus a las aguas negras, “entonces se realizarán diferentes análisis sectoriales en diferentes colectores y zonas de la ciudad para conseguir datos más específicos”.
La detección del virus en residuos de origen fecal indica la existencia de algunos casos positivos en la población, “pero en ningún caso que la vía de contagio sea a través del agua. Estos datos, sirven a las autoridades sanitarias para extremar los rastreos en determinadas zonas y para tener un control y una fotografía más cuidadosa de la situación”.
Las pruebas certifican y descartan la presencia del coronavirus al agua tratada y depurada, que es enviada a través de los EDAR en el mar.
Unas analíticas que se realizan a través de un convenio firmado el pasado mes de mayo entre el Ayuntamiento y la empresa Facsa.
