Begoña Carrasco. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón y Presidenta del PP de Castellón de la Plana
Estamos a 20 de agosto. Es decir, han pasado seis meses desde que se decretó el Estado de Alarma y se oficializó la epidemia de coronavirus en España. Por tanto, no hay excusas. Medio año después es tiempo más que suficiente para que el Gobierno de España, de la Generalitat Valenciana y del Ayuntamiento de Castellón haya podido tomar medidas efectivas para proteger la salud de los ciudadanos y activar el empleo y la economía.
Lo único que no se sabe a día de hoy, para desgracia de todos, es la fórmula que permita desarrollar la vacuna para erradicar los efectos del Covid-19. Lamentablemente, parece que aún se van a necesitar algunos meses. Todo lo demás, es más de lo mismo.
No se entienden, pues, ni improvisaciones ni inacciones. Seis meses después del estallido de la epidemia en España, no se entiende que los centros de salud de nuestra ciudad continúen cerrados, que solo se atienda a los pacientes por vía telefónica y con una demora de 7 días. Que no esté equipado todavía el hospital de campaña, para albergar las Urgencias, en contra de lo que se vendió a la ciudadanía.
Medio año después, no puede ser que no haya todavía un plan masivo de realización de test entre los vecinos de Castellón, para poder separar personas contagiadas asintomáticas de las sanas, a pesar de que es la única alternativa válida para acotar la epidemia, tal y como finalmente estamos viendo estos días que se ha tenido que hacer en muchos territorios de Galicia, País Vasco o Cataluña, para atajarla.
No es posible que seis meses después todavía se esté debatiendo cómo va a ser la vuelta al cole, un asunto que es esencial para las familias, puesto que los padres que tienen la suerte de poder trabajar necesitan organizarse, al margen de que no cabe dejar a los niños durante más tiempo en casa, si no queremos perder el talento de toda una generación, un lujo que no nos podemos permitir.
Y 180 días después no tiene sentido que la ciudad de Castellón no tenga ni una sola medida de ayuda económica activa y beneficiando a los castellonenses, porque la herramienta fundamental para que eso ocurra, el presupuesto de la ciudad, no está todavía aprobado.
Sin embargo, seis meses después, todo esto sigue ocurriendo en España, en la Comunitat Valenciana y la ciudad de Castellón porque los denominados gobiernos del cambio -y vaya sin lo han sido, pero para mal-, repiten una y otra vez sus errores. Tanto que incluso se vuelven a permitir marchas y concentraciones multitudinarias de personas como las que ya se permitieron el 8 de marzo, con las consecuencias nefastas que tuvieron en la propagación del virus.
La historia se repite una y otra vez, y para mal. Mientras los castellonenses, y el conjunto de los españoles necesitamos soluciones, nuestro presidente del Gobierno y sus 22 ministros están de vacaciones. No es de extrañar que España esté a la cabeza de los contagios y de los parados. Y lo peor, a este paso, aún está por llegar. No hay excusas.