R.M./Castellón Información
Son las nuevas tascas y están en Vila-real. La ciudad de la Plana Baixa compite ahora con Castellón -salvando las distancias- en el tardeo del fin de semana y el 'afterwork' diario.
Los vecinos ya se atreven a comparar la calle Pare Molina con el famoso cruce entre la calle Barraques y la calle Mayor de Castellón.
Los locales
Los locales más famosos y conocidos tanto por autóctonos como por visitantes son el Quesomentero, Tangerina y desde hace un tiempo La Bonica, que abrió sus puertas el pasado otoño. Todos ellos han servido para alimentar este movimiento de ocio en una ciudad que hasta el momento carecía de ambiente nocturno.
Desde vino, hasta los gin tonics, pasando por la cerveza y el vermú, estos establecimientos también ofrecen una gran variedad de platos para picar algo antes de la cena. Quesos de todo el mundo, pintxos vascos y valencianos, y tapas 'gourmet' para atraer al público local y en general al de la comarca.
Visitas de toda la comarca
Como informan a este periódico algunos de los propietarios, son muchos los residentes en Nules, Burriana, Vall d’Uixó, Les Alqueries, y Betxí los que se dan cita en Vila-real para tomar el aperitivo.
El ayuntamiento también tiene parte de culpa en este éxito creciente. Ha organizado desde la concejalía de Economía varias actividades y conciertos para impulsar este enclave ubicado en el centro de la ciudad.
La ocupación, al límite
‘Lo gourmet’ está de moda en Vila-real. Cada vez son más los restauradores que deciden abrir un negocio en la localidad en vistas del éxito de las nuevas tascas. El sábado pasado, 23 de febrero, los bares y restauradores del centro del municipio contaban con un 95% de reservas. Estaban casi al completo.
Ahora están ante una de las pruebas de fuego. Falta por saber si con las fiestas de la Magdalena que se inicia el sábado mantendrán esta rutina de lleno absoluto.