En la homilía, mons. López Llorente ha recordado que se invoca a la Mare de Déu del Lledó como reina, madre y creyente.
Castellón Información
Mons. Casimiro López Llorente ha presidido la Eucaristía de la fiesta de la Virgen del Lledó, que en este año, al reincidir en domingo, ha propiciado el II Año Mariano. La celebración en la Concatedral de Santa María, contaba con la presencia del Presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y del alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller. El Obispo ha llamado a renovarse en la fe para ser transmisores de la alegría de creer, según el modelo propio de María.
En la homilía, mons. López Llorente ha recordado que se invoca a la Mare de Déu del Lledó como reina, madre y creyente, y que esto implica “reconocerla como la llena de gracia que colabora con la obra de Dios y es mediadora de todas la gracias”. Por ello los fieles pueden recurrir a ella para invocar una renovación en la fe, que se fundamenta en un encuentro personal con Cristo.
Para reconocer a Cristo resucitado, el Obispo indica que hay que recurrir a la Palabra de Dios, la Eucaristía y la Iglesia: “en la Comunidad de creyentes está la morada de Cristo resucitado en medio de los hombres; y ese encuentro provoca un cambio”. Esa transformación se manifiesta en la alegría, que desborda en la misión: “Anunciar a todos, acompañar a los atribulados, escuchar, comenzando por lo esencial, es decir, que Dios nos ama”. El cuatro de mayo también se celebra el aniversario de la consagración de la Concatedral de Santa María, que este año cumple XXV años.