Se trata de un colegio de sacerdotes encargado de las funciones litúrgicas más solemnes y que en Castellón está compuesto por nueve canónigos.
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Dentro de los encuentros que Mons. Casimiro López Llorente mantiene durante la visita pastoral a la parroquia de Santa María en Castellón, está el correspondiente con el cabildo de la Concatedral. Esta mañana, 15 de de noviembre, el Obispo ha presidido el el rezo cantado de laudes con exposición del Santísimo que los canónigos realizan cada jueves a las 10 de la mañana. Después se han reunido en la sala capitular.
Miguel Simón, deán de la Concatedral y párroco de Santa María, ha agradecido al Obispo el encuentro y, retomando sus palabras en la asamblea parroquial del día anterior, ha pedido para que "la visita dé frutos en cada uno de nosotros de entusiasmo, esperanza y ánimo en el trabajo que se realiza".
Mons. López Llorente, por su parte, ha agradecido la dignidad con que el Cabildo realiza la liturgia. Al mismo tiempo ha animado a mantener una presencia fija de confesores en la Concatedral.
El cabildo de canónigos es, según el Derecho Canónico, un colegio de sacerdotes al que corresponde celebrar las funciones litúrgicas más solemnes en la iglesia catedral o concatedral, cumpliendo así mismo con los oficios que el derecho o el Obispo diocesano le encomienden (CIC 503). Los de la antigua corona de Aragón tienen el privilegio de tener vestimentas rojas, como los cardenales. El de Castellón está compuesto por 9 canónigos. El pasado 7 de octubre tomaron posesión de su cargo Joaquín Muñoz y Francisco-José Cortes, que desempeña la función de canónigo penitenciario.
