El importe de 'las reformas' se acerca a los 600.000 euros y el GMP se pregunta si no había otras prioridades
Avanzan las obras en el ‘pisito municipal’ de la plaza Mayor, que acomete ahora la reforma de la cuarta planta para dedicarla, en exclusividad, a los concejales del equipo de Gobierno. La planta baja ya ha puesto en servicio algunos de sus habitáculos. Y la antigua estación del Bulevar de la Vía lava la cara porque será la sede del patronato de Turismo, que sigue sin gerente. La inversión global se acerca a los 600.000 euros. Frente a estas obras, el GMP se pregunta cuales son las prioridades y denuncia el volumen de estas inversiones mientras las ayudas a Pymes y autónomos no llegan.
Esperanza Molina / Castellón Información
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El paso de la Covid por la ciudad de Castelló y su ayuntamiento dejará a su paso una reforma casi integral del edificio municipal de la plaza Mayor, y no será el único.
Con los remanentes municipales de 2019 se acometió la remodelación completa de la planta baja, Se llevó en 2020, cuando la Covid cambió todas las rutinas de trabajo municipal y se propició el teletrabajo en todo aquel departamento en el que esto fuera posible.
La inversión rondó los 300.000 euros. Cerrada a cal y canto al público, la reforma vació prácticamente todo el interior, dejó al descubierto los muros de la pared del primitivo edificio (que luego fue ampliado sobre la antigua cárcel, el cementerio y el ’carreró’ que le daba acceso).
El objetivo de aquella inversión era el de poder trasladar a aquella planta baja los servicios municipales más cercanos al ciudadano, el registro, la oficina de Vivienda, y también la de atención al consumidor que, hasta entonces se ubicaban en la cuarta planta.
Hasta entonces era una planta dedicada al registro, los mayores y las oficinas de concejales del equipo de gobierno que no habían tenido cobijo en la cuarta planta.
Tal como estaba previsto, las obras acabaron hacia final de año y luego ya se dispuso el mobiliario y los accesorios necesarios. También se modificó el WC y su acceso, y se abrió una nueva puerta al exterior, en la esquina noroeste, que da a la plaza del Mercadillo. En este caso, se pretendía crear un acceso independiente para entrada o salida a estas oficinas ciudadanas.
Completadas estas obras, el ayuntamiento sacó a licitación la reforma de la cuarta planta. Se respetaban los despachos de los concejales y los grupos del equipo de gobierno en un área que ya había sido previamente transformada en la zona sur. Pero el terremoto de las obras pasó por el resto de las instalaciones.
De esta manera, algunas oficinas de atención al público se trasladaron a otros edificios municipales, y los despachos de los concejales ‘desahuciados’ de la planta baja pasado a ocupar otras salas de la primera planta, donde también se ubica provisionalmente el gabinete de comunicación.
De las molestias que producen las obras en un inmueble han sido objeto los funcionarios, pero también los grupos políticos de la oposición, en la tercera planta, donde un día si y otro no, se han sufrido cortes de fluido eléctrico y de la red de internet.
La inversión para reformar esta cuarta planta ha ascendido a 219.044 euros, adjudicadas a Civicons Construcciones Públicas el 28 de diciembre de 2020. El periodo de ejecución de las obras estaba estimado en 3 meses, aunque después habrá que amueblar el pisito. Tampoco se ha librado de las obras el Salón de Plenos, de la planta noble.
Se baraja ya una tercera intervención, en esta ocasión en esa segunda planta, que todavía no ha sido oficialmente presupuestada ni se ha comunicado cuando se llevará a cabo, aunque mientras dure la Covid, habrá tiempo para ello. Inicialmente se ha pensado actuar en la parte más nueva de aquella planta (la que amplió el antiguo edificio municipal), para destinar allí todos los servicios dependientes de alcaldía.
El Patronato de Turismo, en la antigua estación
Pero aquí no acaban las obras. El Ayuntamiento procede estos días a reformar la antigua estación del ferrocarril, en el bulevar de la vía, frente al Corte Inglés, para destinarla a acoger el Patronato de Turismo de la ciudad.
El lavado de cara es visible desde la calle, porque una de las cosas que más ha llamado la atención es la reparación de la fachada, algo desgastada ya, y su color, que ha pasado del rosa agranatado al color crema. Mucho más discreta, y si cabe, más en consonancia con lo que fue cuando se inauguró allá a finales del XIX.
Para estas obras de lavabo de cara se han destinado casi 43.000 euros, que ya estaban recogidas en el Pirecas presentado el 18 de mayo del pasado año.
Con todo, la inversión realizada en las obras de los edificios municipales se acerca a los 600.000 euros.
Y, aquí es donde el Grupo Municipal Popular se pregunta si los tiempos están para poder gastar tanto dinero en las obras de reforma ‘del pisito municipal’ “mientras las ayudas prometidas a las pymes y autónomos del año pasado siguen sin llega”.
El concejal del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Juan Carlos Redondo, manifestaba: “Marco ha decidido que la prioridad no es salvar la economía, ni paliar la destrucción de empleo cuando la ciudad supera ya los 16.000 parados, ni acabar con las colas del hambre cuando Cruz Roja alerta de que hay un 30% más de personas vulnerables, ni siquiera es prioritaria la aprobación del presupuesto municipal que permitiría destinar nuevos fondos a los sectores más castigados por la pandemia, con negocios al borde de la ruina. La prioridad ahora para Amparo Marco y su equipo de gobierno es reformar sus pisitos”, argumenta Redondo.
En estos momentos, comentaba el edil popular, “el sector del turismo afronta una temporada llena de incertidumbre tras perderse la semana de la Magdalena y la próxima Semana Santa y Pascua. Ahora mismo las empresas del sector no saben cómo va a ser la próxima campaña estival tras un año desastroso de cierres y cuantiosas pérdidas en la facturación y en lugar de dar certidumbre, la alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, se dedica a reformar nuevos despachos evidenciando que no está en lo que preocupa a los castellonenses”.
Además, el GMP recuerda que el Patronato de Turismo lleva un año sin gerente y no existe una hoja de ruta para recuperar la actividad.
El concejal Popular no cree que sea el momento de destinar el dinero de todos los castellonenses “a los caprichos de un equipo de gobierno municipal -formado por PSOE, Compromís y Podemos-, que cada día se aleja más de la realidad de los castellonenses y que es incapaz de cumplir sus propias promesas y pone como ejemplo que del fondo Covid, creado el año pasado y dotado con un millón de euros para ayudar a pymes y autónomos, todavía no ha llegado a todos los solicitantes, igual que están pendientes las ayudas del Plan Resistir, tampoco han llegado a los bolsillos de quienes están haciendo verdaderos esfuerzos por no cerrar definitivamente la persiana de sus negocios”, concluye.
