Castellón Información
Invitada por la Fundación Caja Castellón la Doctora Odile Fernández llega a nuestra ciudad para abordar la enfermedad quitándole el estigma negativo a la palabra cáncer: cáncer no es igual a muerte, dolor o sufrimiento. Y es que como ella misma cuenta, es superviviente de cáncer de ovario con metástasis en pulmón, sacro y vagina. La conferencia 'Mi revolución anticáncer' se enmarca en el Ciclo de charlas-coloquio 'Femenino Singular' de la Fundación Caja Castellón y tendrá lugar el jueves 23 de febrero a las 19.30 horas en el Salón de Actos del Edificio Hucha, con entrada libre hasta completar aforo.
La doctora Fernández insiste en la idea de que cada experiencia es diferente, pero plantea realizar pequeños cambios en nuestra rutina que supondrán una inmensa mejoría en el día a día. Tras su diagnóstico empezó a investigar entre diversas publicaciones médicas con el fin de descubrir cómo podía ayudar a su cuerpo y qué podía hacer para conseguir paliar los efectos secundarios de los tratamientos médicos a los que se sometió –una intervención quirúrgica y quimioterapia-. A raíz de este resurgir personal, comenzó a hacer ejercicio físico, probó algunas terapias naturales que le ayudaron a encontrarse mejor, meditó para calmar su mente y cambió su alimentación introduciendo alimentos saludables. Por ello la doctora Fernández se vuelca especialmente en el terreno alimentario y emocional, que fueron uno de los pilares en los que se apoyo para la superación de su enfermedad, los estandartes de su particular victoria contra el cáncer abordando aspectos como la necesidad de mantener un estilo vida saludable para intentar, además, prevenir la mayoría de las enfermedades crónicas que nos afectan como es el caso de la diabetes, obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares, depresión y ansiedad.
HISTORIA DE ODILE
"Me llamo Odile, soy médico de familia, madre de tres niños y superviviente de cáncer de ovario con metástasis en pulmón, sacro y vagina. Hace seis años me dieron una noticia terrible: tenía cáncer y este se había extendido por mi cuerpo. Mi mundo se derrumbaba. El pronóstico no era muy alentador ya que las probabilidades de supervivencia en este tipo de casos son muy pocas. Tenía miedo a morir, a sufrir, y a que mi hijo se quedase huérfano. Un día algo hizo click en mi mente y decidí dejar de llorar y vivir. Para sanar auné medicina oficial, cirugía y quimioterapia con otras terapias con base científica. Enfoqué la enfermedad de manera integrativa, ocupándome de sanar el cuerpo, la mente y el espíritu.
La enfermedad desapareció. Muchos me preguntan cómo lo hice, cómo cambié mi alimentación, cómo conseguir verle el lado bueno a la enfermedad. Han pasado ya seis años desde el diagnóstico de la enfermedad. Muchos son los que me preguntan cómo lo hice, cómo cambié mi alimentación o cómo conseguí verle el lado bueno a la enfermedad. Creo que es justo compartirlo para que otros puedan aprovechar el camino que yo, y otros, hemos recorrido antes"
