Jornada de amor y lágrimas celestiales para venerar a la 'Mareta' de la capital de la Plana
La lluvia no consiguió paralizar una de las jornadas más emocionantes para la capita del la Plana, el Homenaje a la Mare de Del de Lledó. Por la mañana ya fueron cientos de personas las que se desplazaron hasta la basílica. Por la tarde, tras la salida de la Comitiva oficial el cielo se nubló y llegó la lluvia Fina al principio y luego en tromba. Los participantes en la ofrenda hubieron de refugiarse en lugares como la Consolación con la mirada puesta en el cielo. Fue preocupante, porque agua cayó. Pero el fervor a la patrona pudo más que la lluvia y la 'Marita' recibió el mejor de los homenajes
Castellón Información
La Ofrenda a la Mare de Deu de Lledó volvió a poner de relieve el fervor a la patrona de Castellón, La lledonera. Miles de personas, por la mañana y por la tarde, desfilaron hasta la basílica para rendir homenaje a la 'Mareta'.
El día de Ofrenda a la Patrona de Castellón ha amanecido radiante y con sol para los ciudadanos de la Capital de la Plana. Emocionados han llegados los primeros ofrendantes que han llenado la mañana y el mural de la Lledonera de flores.
Por la mañana han desfilado centros educativos, Asociaciones vecinales, grupos de danzas, asociaciones culturales, collas y agrupaciones.
Ya por la tarde, ha comenzado la segunda parte de la comitiva, integrada por la los entes vinculados, entre ellos la Colla de Dolçainers, Germandat dels Cavallers, Cavallers Templers, Colla Bacalao, Rey Barbut, Host del Castell Vell, Cavallers, y las cofradías de Castellón.
Tras ellos, han desfilado los representantes de las 19 gaiatas de la ciudad, las delegaciones, las reinas de la provincia, las reinas de Castellón de siempre, las cortes de 2017, y finalmente los miembros de la junta de Fiestas, las damas y las reinas de la ciudad. (En el protocolo no figuraba el Ayuntamiento de Castellón).
En torno a las 17:00 horas el cielo se había nublado del todo y se cumplían los pronósticos. Comenzaba a llover.
Cuantos pudieron se refugiaron en centros como el de la Consolación. Otros continuaron al abrigo de los paraguas.
Hubo momentos de lluvia, de calma y, a media tarde un chaparrón monumental que pasó por agua la ciudad y término de Castellón.
Pero al final, poder es querer, y la Ofrenda se llevó a cabo, quizá con menos lucimiento que otros años, pero con el mismo corazón y con todo el cariño del mundo hacia la patrona de Castellón, La Lledonera.
