Luis Andrés Cisneros.
Corría el año 1920, más concretamente el mes de agosto, cuando se celebraron en la ciudad belga de Amberes los Juegos de la VII Olimpiada, conocidos también, como Juegos de la Paz, al ser los primeros en disputarse tras la 1ª. Guerra Mundial.
Precisamente, en dicha Olimpiada, y tuvo que ser en Bélgica huidos secesionistas, nació una frase que iba a distinguir a la Selección Española de fútbol como una gran virtud: ‘La Furia Española’.
Además de disputar todos los partidos con entrega, pundonor y fuerza, el hecho que dio origen a este apelativo se produjo en el partido de España contra Suecia, cuando Belauste le gritó a su compañero Sabino, que iba a lanzar una falta, la frase: ‘Sabino, a mí el pelotón que los arrollo’. Y claro que los arrolló, marcó gol entrando en la portería nórdica el jugador, junto con el balón y tres jugadores suecos. A raíz de esa jugada y de su comportamiento en todo el torneo, los periodistas holandeses lo nombraron como ‘La Furia Española’.
Nuestros representantes obtuvieron la medalla de Plata por detrás de Bélgica y antecediendo a Holanda. La selección de polo también ganó otra plata. Entre los miembros del equipo español se encontraban el mítico Ricardo Zamora y Pichichi, que dio nombre al título de máximo goleador de la liga española.
Todo lo anterior me ha venido a la memoria visionando el recién finalizado Mundial de Rusia, (ya mi compañero Miguel Bataller, en este mismo digital, ha pergeñado su acertada visión de lo que allí ha acontecido) y comprobando como todos los miembros de las distintas selecciones se les notaba que luchaban y se esforzaban por algo más que las primas correspondientes.
Hemos visto como selecciones técnicamente más flojas y con un mínimo historial anterior, han plantado cara, puesto contra las cuerdas e incluso enviado para casa a otros combinados mucho más poderosos. Japoneses, islandeses, costarricenses, iraníes, uruguayos, en definitiva, casi todos se han partido el pecho luchando por defender a su Patria. Ha habido dos excepciones, la de Messi (digna de un estudio psicológico en profundidad) y la de la selección española en su conjunto y con mínimas excepciones.
Es curioso, ya se detectaba con el comportamiento gestual de los jugadores mientras sonaban los diferentes Himnos Nacionales. Todos los componentes de los distintos países, prácticamente sin excepción, escuchaban y cantaban el himno patrio, muchos se tocaban el corazón con su mano, se notaban sus rostros embargados de emoción y orgullo. Eran felices de poder representar a su país.
El rostro de los españoles, salvo alguna contada excepción, se veía relajado, sin ninguna muestra de emoción, con una total falta de expresividad, como si no fuera la cosa con ellos, como si tuvieran que pasar por un trance engorroso y como no dándose cuenta de que, ellos, si ellos, representan a españoles que se sienten orgullosos de serlo.
Si pasamos al juego desplegado, se pudo certificar que ‘La Furia Española’ era un sueño del pasado y que sólo quedaba en los anales del periodismo deportivo. Ni siquiera pensaron que hubo otros muchos, muchísimos antes que ellos que vistieron esa camiseta con fiereza y prestancia, Zamora, Belauste, Zarra, Juanito, Gárate, Santillana, Michel, Gallego, Gordillo, Marcelino, en suma todos los que tuvieron la inmensa suerte de defender la camiseta de España.
Pero claro, qué podemos esperar en un país donde no es que no se respeten sus símbolos nacionales, ni que a su himno le han robado la letra y se le pita, ni que a su Rey se le menosprecie. Es que el himno les suena a pachanga a los propios políticos y la letra les importa un higo a los mismos y que miran para otro lado cuando queman fotos del Rey. Qué esperar de un país en que el Ministro de Deportes del liberticida Rodríguez Zapatero, cambió ‘La Furia’ por La Roja.
No deja de ser la habilidad con la que la falsa progresía, con su espíritu totalitario de adulterar y manipular el lenguaje, hace cambiar el significado a las palabras. Recordemos que, en su momento, Felipe González modificó el adjetivo ‘nacional’ por el de ‘público, devaluando el sentido de ambos
Si en las escuelas se enseña a odiar a todo lo español, si vejar la bandera y atacar a la familia y a los valores patrios, incluida la religión cristiana, no es que salga gratis, es que tiene subvención y premio gordo. Si asesinar a Guardias Civiles y Policías Nacionales no se ve mal, si apoyar a asesinos etarras y golpistas secesionistas es lo habitual y lo políticamente correcto, qué podemos esperar de los que lo ven a diario en su vida.
Por otra parte, el marcar a los hombres como enemigos de la sociedad y violadores en potencia y privándoles de la presunción de inocencia es el pan nuestro de cada día, que se puede esperar de personas que igual, si muestran algo de furia les pueden acusar de machistas y heteropatriarcales.
Lo que está claro es que, si seguimos en esta pendiente cuesta abajo y sin frenos a la que nos están empujando los políticos rastreros que nos gobiernan, no hará falta que nos presentemos a ningún Mundial más. Para hacer el ridículo y denigrar a nuestra Nación no hace falta disputarlo más.
Pero, no contentos con lo que están haciendo, llenan la selección de individuos declaradamente antiespañoles, como Piqué y, para colmo de colmos, se nombra seleccionador a un individuo que se ha caracterizado por su animadversión hacia lo español y su defensa de los independentismos, es que tenemos un problema psicológico importante.
Nunca más se oirá la frase de: ‘Sabino, a mí el pelotón que los arrollo’ ni creeremos con fe que seremos capaces de meterle 12 goles a una selección (12-1 a Malta), ni añadiremos otra estrella a la camiseta de la selección. No, ‘La Furia Española’ ha fallecido. El futuro será la aparición de pequeños microestados diluidos en una Europa dominada por los Europeístas.
Al menos, si no se lo carga la Memoria Histórica Marxista que nos invade, nuestros nietos podrán saber que fue ‘La Furia Española’ y que hay mucha gente que se siente orgullosa de ser español, como por ejemplo la gente de VOX
Se necesitan elecciones inmediatamente y votar al partido que defienda a España
Y, como siempre, y más en los tiempos que corren mi despedida es...
Recuperemos las competencias y ¡¡VIVA ESPAÑA!!