Guillermo Miró. Ingeniero Industrial.
Feliz Año Nuevo! Ya queda poco para finalizar este período de celebraciones, la última parte es la conocida por todos los niños como: ¡Qué vienen los Reyes! Las caras de ilusión al paso de las cabalgatas en las diferentes poblaciones de la provincia son el mejor regalo para algunos de nosotros, ya más mayorcitos. Según la historia contada de la epifanía, los Reyes Magos de Oriente vieron aparecer por el oeste la Estrella de Belén, que les indicó la gestación de un acontecimiento importante en Judea, así que los sabios viajaron siguiendo la estrella, que se detuvo sobre el lugar en el que Jesús había nacido. Ahora sabemos que las estrellas como tales no pueden desplazarse por el firmamento, así que la cuestión de esta semana es: ¿Qué siguieron los Reyes Magos hasta el pesebre de Belén?
La Astronomía es la ciencia que estudia el Universo, y todos los cuerpos que hay en él. Desde el punto de vista astronómico, una posible explicación a una estrella viajera es uno de los cuerpos celestes más bonitos de observar, aunque se hacen mucho de rogar. Se trata de un cometa. Los cometas son cuerpos celestes, que llegan a tener diámetros de decenas de kilómetros, compuestos de un núcleo metálico, con hierro y magnesio entre otros, y una superficie compuesta de agua, amoníaco, y metano. Al igual que los planetas se mueven alrededor del Sol pero siguiendo una trayectoria diferente a éstos, lo que provoca que sólo los podamos ver de cuando en cuando ya que se acercan y se alejan mucho más al astro rey. En el momento que se encuentran más lejanos, la temperatura es muy baja por lo que el cometa se encuentra congelado. Al acercarse, el núcleo se calienta y algunos compuestos pasan directamente al estado gaseoso. El viento solar desplaza los gases del cometa, lo que provoca la formación de la cola en dirección opuesta al Sol, que se extiende millones de kilómetros.
Como decía antes, el paso de un cometa es una de las imágenes más bonitas que se pueden ver en el cielo. Aún recuerdo mi primera observación de uno de estos cuerpos. Corrían los primeros meses de 1997, y una noche fuimos a ver el paso del cometa Hale-Bopp a la Muntanyeta de Sant Antoni, por aquello de evitar un poco la contaminación lumínica. Se hace realmente difícil explicar esa sensación de pequeñez frente a la inmensidad del Universo, pero lo recuerdo como un momento de esos que dejan huella. En breve tendremos un acontecimiento similar, ya que para finales de este año se espera el paso de un cometa realmente espectacular, el ISON. Aunque por ahora son solo previsiones, se dice que será visible a simple vista durante varios meses. Parece una buena oportunidad para sacar el telescopio que nos trajo Papá Noel o nos van a traer los Reyes.
Por supuesto, los comentarios están abiertos a experiencias y comentarios. Espero que paséis una noche de Reyes muy feliz, que no os toque la haba en el Roscón y que sus Majestades os traigan muchos regalos y poco carbón. Saludos a todos.