Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.
Llevamos muchos años con la polémica educativa sobre si aplicar o no la jornada continua en los centros subvencionados con fondos públicos. Esta polémica ha estado sostenida por expertos en materia educativa a favor por los beneficios que aporta a la comunidad educativa, pero otros en contra por la problemática que encuentran a la misma. A pesar de estas dos posturas, la investigación pedagógica no ha mostrado resultados contundentes sobre si la variable jornada es un determinante del resultado académico. Pero la ciencia sí que evidencia que los resultados académicos están relacionados con una óptima planificación y organización de los horarios a lo largo de la jornada escolar que cuente con criterios pedagógicos (modelos innovadores, inclusivos, atencionales), higiénicos (descansos) y profesionales (contar con especialistas para el desarrollo de las competencias clave).
Este debate llega por fin con la Orden 25/2016 (13 de junio de 2016) en la Comunitat Valenciana, pero llega sin consultar a los docentes de nuestra comunidad y qué decir, con los diferentes grupos políticos. Es una orden que ha generado un gran descontento entre la comunidad educativa por los obstáculos que se han encontrado los centros educativos para implantar esta jornada
El primer obstáculo que se encuentran los centros es la financiación de las actividades extraescolares cuando en en el artículo 2 se indica, como requisito para la solicitud, que estas actividades deben ser de carácter obligatorio para el centro y voluntaria y gratuitas para las familias. En este punto, el Consell ordena, pero no paga las actividades extraescolares trasladando la financiación a los ayuntamientos, ONG o las AMPAS. Al igual que la Xarxa Llibres, el Gobierno invita, pero pagan otros. Me parece insólito que la Conselleria traslade sus competencias en materia educativa al ámbito local. Ante esta situación, los centros educativos se han encontrado ayuntamientos que no pueden asumir la financiación porque están endeudados o no disponen de presupuesto para estas actividades. Pero afortunadamente, tenemos maestros y maestras resilientes que a pesar de estos obstáculos han encontrado la fórmula de buscar la financiación para poder llevar a cabo la jornada continua, toda mi admiración a estos superhéroes.
Por otro lado, esta situación genera un agravio comparativo porque las actividades extraescolares solo serán gratuitas para los centros educativos que opten por la jornada continua. Yo me pregunto, ¿no son todos los valencianos y valencianas iguales?
Otro obstáculo, está en torno al artículo 5 en todo su articulado ofrece un trato diferenciado entre los centros dependiendo de la jornada. Por poner un ejemplo, si se realiza la jornada continua se debe apostar por desarrollar e implantar un proyecto innovador, pues entiendo que todos los niños y niñas, sea cual sea la jornada educativa que tenga su centro, debería contar con este tipo de proyectos. Estos son algunos de los obstáculos que se han encontrado los centros a la hora de llevar a cabo la solicitud.
Yo opino que se debe ofrecer la oportunidad a las familias de elegir el tipo de jornada que desean para sus hijos e hijas pero bajo unas mismas condiciones educativas. En todos los caso, hay que ofrecer una planificación curricular donde se cuente con proyectos educativos innovadores que pueda contribuir al desarrollo del curriculum en las diferentes etapas educativas dotando de competencias tanto cognitivas como sociales.