Federico Arnau. Comerciante jubilado.
Pensar en lo que pasa entre Sánchez y Rivera, me recuerda a la actuación de un dúo muy popular... Y se me ocurre, que con la música de ellos se podría componer una nueva canción que no tendría desperdicio alguno…
Parte de la letra podría decir así:
- Albert, dime si vas a apoyar a Rajoy con un sí o con un noooo.
- Pedro, ya sabes que en principio es un no, pero luego una abstención.
- ¿Y cómo me quedo yoooooo?
- Tú sabrás.
- Me matas, me asesinas, no me dejas salida.
- Ah, tu eres el segundo, ya ves, yo me quedo a la espera a ver por donde sales tú.
…..
Pero España y los españoles no estamos ni para canciones ni para irresponsabilidades.
España y los españoles dijeron en segunda convocatoria, claro y raso, que quien quiere que gobierne es el PP, de lo contrario no hubiese recibido más escaños. ¿Lo tienen claro?
Cierto es, que con minoría, pero con 52 escaños de diferencia con el segundo es una distancia importantísima, y además se pone a prueba la responsabilidad política y la talla de los dirigentes de los demás partidos para apoyar, vetar, mejorar o cambiar las reformas que se tengan que llevar a cabo.
Pero lo cierto es que ¿tenemos en realidad los españoles a los líderes de la oposición capacitados por el bien de España? Visto lo que estamos viendo, NO.
El NO rotundo que expreso, es porque pienso que nosotros los españoles tenemos una virtud, somos inteligentes, creativos, trabajadores, amables, responsables, divertidos (unos más que otros), con la grandeza de reírnos de nuestras miseria; pero tenemos un defecto muy grave, que nos sentimos inferiores al resto de ciudadanos, sobre todo europeos, y superiores a hispanoamericanos, africanos o asiáticos. Y dentro de Europa, superiores a los portugueses.
En el Reino Unido, tras el fracaso del primer ministro Cameron por el referéndum, su responsabilidad ha sido intachable, dimisión inmediata y sustituido en pocos días, ya que Bruselas exigía rapidez en presentar la salida del Club y no esperar a octubre como en principio quería Cameron.
En España, los líderes de los partidos en la oposición, sobre todo Pedro Sánchez y Albert Rivera exigían un gobiernos sin Rajoy y su irresponsabilidad llevo a España a nuevas elecciones con un gasto para las arcas de millones de euros, millones que se hubiesen podido ingresar a las arcas de las pensiones.
¿Qué Paso? que a quien querían tirar fuera, el pueblo español le dio más escaños, porque a pesar de todos los problemas que son los mismos que acarrean los demás sobre todo el PSOE, se ha conseguido no caer como Grecia, bajar la prima de riesgo, empezar a respirar, y eso no hace falta que lo diga nadie, solo hace falta salir los fines de semana y ver el ambiente en las terrazas, que no se veía hace 3 o 4 años. Pero, a pesar de todo, para algunos líderes el ciudadano no sabe votar.
Sin embargo, después de las segundas elecciones, haber perdido votos y escaños, y solo quedarle el respiro de no haber perdido la segunda posición, no admite que ha fracasado en dos elecciones, que ha fracasado en una investidura, que hizo el ridículo más espantoso que puede hacer un político después de todo lo que había dicho antes y su comportamiento. Y quien da lecciones sobre el comportamiento de líderes europeos no se lo aplica a sí mismo y con honradez política. No presenta su dimisión por ser el responsable de llevar a su partido a la deriva, por ser el responsable de la intranquilidad de la ciudadanía, de los mercados, que al cabo y al fin son el capital, nos guste o no nos guste, que maneja la política en España y en el mundo.
La otra mañana escuché a Albert Rivera en una entrevista realizada por Alsina en Onda Cero, y sus comentarios a las preguntas de los tertulianos… Oyendo las respuestas de este líder, que algún momento me había causado una impresión positiva, (aunque pienso que todavía le queda mucho para formarse), no pude entender su proceder. Cada vez me decepciona más y más.
La intervención de Rivera en el programa y lo que le vengo oyendo en los diferentes comentarios a través de los medios de información, me hace pensar y llegar a una conclusión: Es un líder de autonomía pero no de nación; España le va muy grande necesita mucho rodaje, mucha formación y, desde luego, asesores que le dirijan bien… Para poner un ejemplo de su falta de asesoramiento, un resbalón imperdonable es que un líder que busca votos no puede referirse ahora a Castellón como una ciudad que tiene un aeropuerto sin aviones, cuando esta infraestructura lleva meses en servicio, está operando en dos ciudades Inglesas y cuando el volumen de pasajeros ha superado a 12 aeropuertos de AENA.
Simplemente es la observación de que un líder tiene que está muy bien asesorado y aconsejado y este no es el caso.
Este personaje no puede jugar a votar N0 en la primera ronda y abstenerse en la segunda. Esto es una irresponsabilidad y, es más, no puede jugar con la mayoría de los ciudadanos españoles que apoyaron a un partido, aunque se escude con sus 3.500000 votantes; muchos sí, pero bastantes menos que la mayoría.
Sr Albert Rivera, si usted quiere ser responsable, no mienta diciendo que no va a impedir que haya Gobierno y que descarta unas nuevas elecciones, para luego entrar en el terreno de las especulaciones. No sea niño, sea un hombre, asuma sus resultados y, en vez de abstenerse, de un sí a la investidura. Con ello no cierra la puerta a que luego cada ley o cada reforma se tenga que discutir hasta llegar al consenso, pero España empezará a funcionar con responsabilidad de hombres y no de niñatos, como están haciendo usted y Pedro Sánchez, que debía de atender las recomendaciones de sus mayores y abstenerse en la votación, como mínimo, o apoyar con un sí, que tampoco le impedirá obligar al Gobierno a consensuar las diferentes leyes.
Pero una cosa tienen que tener clara. Pueden cambiar la Constitución, pero con artículos que no destruyan la unidad de España, que garanticen que todos somos iguales y todos tenemos los mismos derechos estemos en una autonomía o en otra. Eso es intocable.
Y es más, Educación, Sanidad, Seguridad Social, electricidad, gas, Hacienda pública, Costas, aeropuertos, puertos y ríos, pantanos y embalses, deberían salir fuera de las autonomías y ser del Estado Español, que somos todos, quien los gestione.
