En las empresas y fuera de estas, podemos encontrar líderes buenos y no tan buenos. Y luego están algunos que podríamos tachar como de otra galaxia. Como por ejemplo; Darth Vader el caballero oscuro de la Guerra de las Galaxias.
Este tipo de líderes oscuros, comparten la triada oscura de la personalidad. Esta triada aglutina a los rasgos de personalidad del narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía. Una combinación ciertamente explosiva y muy peligrosa para aquellos que tienen a alguien así cerca en el trabajo o peor aun dirigiendo sus vidas.
Su carácter interpersonal malicioso con tendencias de comportamiento hacia la autopromoción, con una frialdad emocional sin paliativos y cero empatía, grandes dosis de falsedad, con tendencia a la agresividad especialmente verbal y que suelen emplear tácticas de manipulación sobre los demás entre otras cosas, representan al líder más peligroso de cualquier galaxia.
Así, tenemos:
El maquiavelismo: que implica una actitud socialmente malévola y más bien un carácter poco sincero y con tendencias conductuales para promoverse así mismo. Mientras interactúa con los demás de una manera agresiva y de una manera emocionalmente fría. En resumen, las personas con estas características tienden a ser insensibles y manipuladoras y están dispuestas a decir o hacer lo que sea para obtener lo que desean.
Los psicópatas carecen de conciencia y, por lo tanto, no se molestan y no intentan cambiar sus malos e hirientes comportamientos. De hecho, se ha demostrado que incluso sienten una excitante emoción al lastimar a otros. Además, carecen de emociones, no consideran el dolor de los demás al hacer juicios morales y son insensibles a la crítica. En resumen, consideran a las personas como objetos de usar y tirar. “El fin justifica los medios”.
Por último, los narcisistas se sienten impulsados principalmente por la superación personal y necesitan una constante autoafirmación externa. Aunque lo hacen, no tienen la intención de dañar a otros en principio, pero ignoran el bienestar de los demás. Estos ignoran las relaciones interpersonales, pues solo piensan en sí mismos. Se muestran con un sentido de superioridad hacia los demás, y una preocupación excesiva por el éxito y el poder. En resumen, patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.
Las empresas, las personas, deberían de cuidarse de elevar a puestos de responsabilidad a personas con estos rasgos. Pues acaba desembocando en malos tratos a través de la violencia psicológica, comportamientos contraproductivos en el trabajo y destrucción a su alrededor.
¿Hora de reflexionar?