Vicente Vidal. Portavoz adjunto de Cs en el Ayuntamiento de Castellón.
En mi vida he vivido una Semana Santa sin asistir con mi palma al domingo de ramos, sin procesionar en el Santo Entierro y por supuesto sin disfrutar de la mona el domingo de Pascua en compañía de familia y amigos. Sin embargo, y si Dios quiere, a partir de ahora, ya no podré decir lo mismo. Tampoco nunca había dejado de festejar La Magdalena, ni había faltado nunca a las fallas de Burriana, el pueblo que me vio nacer y en el que he vivido los mejores años ‘falleros’ de mi vida. Por supuesto, nunca he estado tanto tiempo seguido sin ver a mi madre ni tampoco tanto tiempo ininterrumpido disfrutando de mis hijos desde que dejaron de ser niños.
Además, hacía tiempo, mucho tiempo, que mi rutina no se veía alterada. Y esta es mi versión, pero estoy seguro que cada uno de ustedes tiene la suya y cada una será diferente. Pues bien, esto es lo diferente que un día te presenta la vida y nos hemos tenido que adaptar porque ante situaciones excepcionales, respuestas excepcionales. Y hemos aprendido a confinar las tradiciones para no olvidarlas. Desde el balcón hemos celebrado La Magdalena y las fallas al compás de nuestros músicos, la mona la comeremos en ‘petit comité’, el lunes de pascua desayunaremos en familia chocolate a la taza para distinguirlo del resto de la semana y a mi madre la seguiré llamando diariamente para saber que sigue bien.
Lo dicho, esto es lo diferente que un día te presenta la vida sin opción a elegir, eso sí, hay quien lo recibe con rebeldía y hay quien lo hace con responsabilidad. La primera opción ha quedado demostrado que es de egoístas. La segunda que es la que hemos elegido la mayoría de ciudadanos es de responder con sensatez y solidaridad. Porque para que todo vuelva a la normalidad, que también es diferente a que todo vuelva a ser como antes, porque nunca lo será, ahora debemos quedarnos en casa y pensemos que lo que más vale no cuesta tanto. Y, en estos momentos, lo que más vale es nuestra salud y obedecer cuesta muy poco.
Y ya que esta crisis sanitaria nos ha puesto a prueba y nos ha mandado a pensar, está bien que echemos de menos lo que teníamos antes, este es el mejor ánimo para seguir actuando con responsabilidad y cuando antes volvamos a ello será buena señal, de lo contrario no lo habremos echado de menos, lo habremos echado del todo. Piénsenlo bien porque esto también es diferente.
Ay este Castellón mío, este Castellón nuestro, qué diferente... Ay, ay.
