Marisol Linares. Exdiputada del Partido Popular.
Septiembre se caracteriza por la finalización de las vacaciones y la vuelta a la rutina diaria. Lo que no creíamos es que al volver a esa cotidianidad estaríamos, políticamente hablando, en una encrucijada que nos va a llevar a unas nuevas elecciones, es una segunda oportunidad.
El tacitísimo de Sánchez pensando solo en su interés electoral nos ha abocado a estas segundas elecciones que costarán alrededor de 140 millones de euros al Estado, es decir a todos los españoles, y aportan una razón más para el descrédito hacia la clase política. Pero los ciudadanos tenemos que aprovechar esta segunda oportunidad para reflexionar y razonar qué ha pasado para que tengamos que volver a votar.
Han pasado meses y algunos datos deben de ser analizados por los votantes: el aumento del paro, el peor de los últimos 9 años, el descenso del consumo por parte de la ciudadanía porque ya percibe una recesión que se cierne sobre España, avalada por los datos macroeconómicos y el propio CIS.
Por eso, una de las ventajas de volver a las urnas es que debe servir para reconducir el voto útil y el voto que más conviene a los bolsillos de los españoles.
No sería deseable volver a dar la confianza a gobiernos socialistas que nos abocan a la precariedad, el desempleo y la pobreza. Una situación que deberían recordar las familias que en la última crisis la sufrieron en todos o en algunos de sus miembros.
La historia se repite y esta segunda oportunidad debe ser aprovechada por los ciudadanos para que el PP pueda dirigir la nación, ya que la historia, una vez más, se repite. Rajoy dejó un paro en recesión y una economía en línea ascendente y de nuevo el PSOE con sus populismos y sus medidas mal llamadas de progreso nos están llevando a una situación que podremos abortar si los ciudadanos aprovechan esta segunda oportunidad y le dan su confianza de nuevo al PP.