Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.
La Comunidad Valenciana este mes se ha hecho eco de la indigna situación en la que viven muchos niños y niñas en diversos centros de menores. Se han denunciado públicamente los presuntos abusos sexuales y la corrupción de menores y las condiciones insalubres vividas en algunos centros, tanto de titularidad privada como pública. Tras años de denuncias a Fiscalía sobre estas situaciones, ahora el Gobierno del Botànic ve un buen momento político para sacar este tema a relucir. Yo me pregunto, ¿será porque el problema proviene de una institución privada? Me parece vergonzoso que se utilice este tema tan delicado para hacer política y que no se ponga freno desde el minuto uno que llega una denuncia o una queja.
Es intolerable que estos menores que han sido separados de sus familias por razones de protección tengan que vivir en estas instituciones de horror. Es intolerable el sufrimiento al que están sometidos estos menores a lo largo de su vida y que la Generalitat, que es la responsable de sus tutelas, no ponga mecanismos de control para garantizar su protección y bienestar.
Este problema deriva de la mala gestión de muchos años, pero el actual Gobierno debe dejar de excusarse de la herencia recibida y ponerse a trabajar. Y como decía el célebre escritor francés Jean de la Bruyere, “los mismos vicios que nos parecen enormes e intolerables en los demás, no los advertimos en nosotros”. El Gobierno del Botànic parece que no se ha enterado que ahora son ellos los responsables del bienestar de estos menores y que no tienen que pasar dos años para dar respuesta a denuncias que ya estaban en Fiscalía cuando ellos entraron. Si vinieron a rescatar personas, deberían haber rescatado a estos menores desde el primer momento y no solo actuar cuando el problema deriva de una institución religiosa, porque en la pública esta pasando lo mismo. Si deseamos velar por el bienestar de los menores no entiendo porque el Gobierno se haya negado a aprobar una Comisión de investigación para analizar las condiciones y problemáticas detectadas en los centros de menores de la Comunidad Valenciana. ¿A qué teme? ¿Teme que salgan más centros en mismas condiciones bajo su gestión?
Finalmente, reflexionemos sobre que el bienestar de estos menores no se consigue solo con alimentos y un techo, sino que es vital trabajar el plano socio-afectivo para su desarrollo personal. En estos centros se debería velar por su salud en todos los planos como son el físico, social y psicológico. Pero en mi opinión, se despersonaliza el trato en muchos centros y este plano socio-afectivo se deja de lado, siendo vital en el desarrollo humano. Por este motivo, se debería sensibilizar a la sociedad y las familias, así como el Gobierno debería ofrecer todas las facilidades en su mano. Estos menores necesitan una familia que les digan buenas días, les lea un libro al pie de la cama al caer la noche, compartan momentos de ocio o, simplemente, que les espere en casa para darles un abrazo después del colegio. En esta vida no hay nada más maravilloso que amar y sentirse amado, esta es la esencia de la vida.
