Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado
Yo lo definiría como el partido que apenas duró doce minutos, ya que precisamente en ese momento marcó Danjouma, el delantero holandés del equipo amarillo marcó su segundo gol y a partir de ese momento, hubo un “toma y daca” más aparente que real.
Los locales, como es habitual siempre que se adelantan en el marcador pronto, se dedicaron a dormir el balón a base de posesiones inocuas, en ese futbol que tanto me aburre a mí de limpiaparabrisas, yendo de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, sin profundizar y a veces arriesgando excesivamente la posesión en campo propio.
Un penalti por unas manos en el área del Valencia cometido por el defensa turco Comert poco antes del minuto diez y ejecutado con singular maestría como siempre por el centroeuropeo, abría el marcador y apenas tres minutos más tarde una perfecta combinación iniciada con una recuperación en área propia, permitió un pase en profundidad al goleador de la noche, que le cruzó el balón a Cillesen al segundo palo sin permitirle atajarlo.
Esos fueron los momentos determinantes de un partido, que apenas ofrecía alicientes, cuando se dieron las alineaciones de los dos equipos, ya que el Villarreal apenas prescindía de Pau Torres (para darle un más que merecido descanso) y de Gerard Moreno por tener molestias musculares entre sus titulares indiscutibles.
El Valencia, en sentido contrario tan sólo alineó de salida a dos de los considerados titulares indiscutibles, que fueron su portero (recuperado de una lesión que le ha tenido fuera de la alineación e incluso del banquillo en la mayor parte de los encuentros de esta temporada) y un Carlos Soler omnipresente siempre y factor determinante en la potencialidad creativa y ofensiva del equipo.
Ausentes sus cuatro defensas centrales titulares indiscutibles a lo largo de la temporada, como Gabriel, Alderete, Diakaby y Guillamón, se recurrió a dos jugadores del Valencia B como Iranzo y Christian completando la tripleta con Comert, el turco traído como emergencia en el último momento, que va a pasar por el equipo con más pena que gloria.
En los laterales tanto Thierry como Jesús Vázquez tuvieron una actuación buena, al igual que Yunus Musa que se multiplicó trabajando en todo el terreno de juego, pero ni Racic ni IlaixMoriba son buenos canalizadores del juego de ataque.
Delante Helder Costa y Marcos André quedaron en evidencia y demostraron que ni uno ni el otro pueden estar presentes como titulares en el encuentro de la final de Copa del sábado contra el Betis, si el Valencia aspira a coronarse Campeón y jugar competición europea el año que viene.
Bordalás, un buen entrenador que sabe sacar el mejor partido de los recursos de que dispone, sin la menor duda va a presentar el sábado día 23 frente al Betis un equipo muy competitivo y muy sólido atrás, que sabrá explotar muy bien las cualidades de sus jugadores de referencia como lo van a ser Gabriel Paulista (si se ha recuperado) Diakaby y Alderete, en una defensa de tres centrales con Thierry o Foulquier en el lateral derecho y Gayá en la banda izquierda con Jesús Vázquez como alternativa o solución de emergencia doblando la banda izquierda.
Supongo que poblará el centro del campo con Guillamón de contención y Soler con libertad absoluta de movimientos acompañándoles en labores de centrocampistas de ataque con Guedes (indiscutible y nada controvertido) y ojalá opte por Yunus Musa, quedando como delantero de referencia en ataque un Maxi, que aunque no ha estado acertado de cara al gol, es el más indicado para aguantar el balón y esperar la llegada de sus compañeros para poder combinar y tener opciones de ganar el partido.
El sábado veremos lo que hemos acertado o errado y en la columna de la semana que viene lo seguiremos analizando.