Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.
Parece mentira, que un pequeño detalle e incluso un error mecanográfico, pueda cambiar de una manera tan drástica, el significado de una frase.
Y es que esa lengua española (o castellana como algunos prefieren llamarla) sea tan rica en matices, que le permiten a cada cual ampararse en “el detalle o el error”, según le interese o convenga a sus intereses políticos.
“Sobrecoger” según se puede comprobar en cualquier diccionario enciclopédico español significa “sorprender, intimidar o coger desprevenido a alguien” y en general cuando aplicamos esta acepción haciendo mención a nuestro corazón, puede tener tanto una acepción positiva respecto a actos heroicos o con una generosidad humana muy especial, como negativos cuando comporta un accidente muy lamentable como lo fue el 11 de Septiembre en las Torres Gemelas de Nueva York o en los atentados en Madrid previos a las elecciones de Marzo del 2008.
En cualquiera de los casos, se expresan con ese verbo unos sentimientos.
Sin embargo, no me explico las razones por las que nuestra casta política actualmente en el Gobierno ( sin que eso implique limpieza en quienes les precedieron) se ha empeñado de crear ese inquietante espacio entre el substantivo SOBRE y el infinitivo del verbo 'coger', para enriquecerse e incrementar sus patrimonios de una manera tan indigna como preocupante con cargo a los impuestos que pagamos todos los españoles, es decir a los Presupuestos Generales del Estado, de donde posteriormente se desvían los sobres a donde más les interesa a nuestro Gobierno, para comprar voluntades en unos casos a los verdaderos enemigos de España.
Eso sí, procuran hacerlo con una pulcritud excelente, de forma que ellos puedan quedar limpios de polvo y paja.
Pero si llegado el caso, se les va la mano en algún momento, de una forma desproporcionada, tampoco se preocupan mucho, porque para algo controlan de una forma abrumadora los filtros originales (la Fiscalía) y terminales en muchos Tribunales Superiores de Justicia, para procurar no levantar demasiada polvareda.
Al Rey no importa hacerle “chichinas” ahora, cuando ya no tiene quien le defienda, porque su defensa no es Políticamente Correcta.
Antes, cuando era inmune, todos le lamieron el culo lo indecible, ahora que es un anciano que cometió algunos errores de bulto, todos intentan olvidar lo mucho y bueno que hizo por España, para “sacudirle el bombo”, sin pararse a pensar que a ellos, como a todo cerdo, les llagara su San Martín.
Algún día Pedro, Pablo y sus acólitos y satélites recordaran esta columna si alguien se la pone delante para que la lean.
España que durante mucho tiempo fue un país de Santos y Héroes, se ha convertido en un apenas 6 años en una cloaca de sobrecogedores, empeñados en destruir una Transición culminada con éxito después de casi cuarenta años de paz y progreso.
¿Por qué y para qué?
Porque solo sirven para destruir y para así intentar acumular unos patrimonios que les permitan vivir el resto de sus vida sin dar un palo al agua, en cualquier Venezuela, Bolivia o Irán del momento, donde les acojan, cuando tengan que salir de España y de Europa por piernas, porque en ningún lugar de una Europa Democrática, serán acogidos cuando salgan a la luz todos sus tejemanejes delictivos.
Ese día yo me sentiré sobrecogido y espero que no tarde más allá de dos o tres años, porque de no ser así, será demasiado tarde para España y los españoles acabaremos en la diáspora, los que vivan, porque el ambiente en España será irrespirable para los honrados trabajadores y emprendedores.
Hasta la semana que viene amigos.
