Natalia Gil, regidora de Ciutadans en l’Ajuntament de Vila-real
Se cumple prácticamente un año desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas marcando un antes y un después. La salud, el aislamiento, la falta de trabajo y los problemas económicos son los cambios que desgraciadamente ha traído consigo este maldito bicho.
Inmersos en la devastadora tercera ola, y anunciando en Semana Santa ya una cuarta, a esta crisis sanitaria se une otra fuerte crisis económica. Autónomos, comerciantes, hosteleros y pequeñas empresas, con las medidas de restricción que han tenido que adoptar, se encuentran con las persianas bajadas, pero pagando sus impuestos sin tener casi o ninguna actividad.
La situación que viven todos los sectores no es indiferente al gremio de los peluqueros. Este sector vive un momento muy sensible y la pandemia del coronavirus ha sido la gota que ha colmado el vaso. La subida del IVA, que el Gobierno aprobó en 2012 para determinados sectores al 21% sigue vigente para ellos.
Los problemas que venían arrastrando, como la competencia desleal, el intrusismo profesional que ha fomentado el despido de los trabajadores o la economía sumergida, se encuentran con un suma y sigue de aquellos que ha ocasionado la Covid-19.
Así pues, estos autónomos se han visto obligados a realizar una fuerte inversión en material de protección, a disminuir aforos, espaciar las citas y lo peor es que el volumen laboral también ha bajado considerablemente. La cancelación de eventos sociales o la reducción de los mismos a su mínima expresión: bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños, etc han hecho mella en su día a día. También en el de las academias de formación.
Desde Ciudadanos intentamos aportar propuestas y soluciones útiles y constructivas. Este sector, considerado como esencial, cuenta con una fiscalidad de lujo. Por ello, en el próximo pleno vamos a instar al Gobierno central a que cumpla con su palabra y reduzca del 21 por ciento al 10 por ciento el IVA para estas pymes y autónomos.
Porque no hay nada que unas buenas tijeras no puedan resolver. Demos un tijeretazo al IVA.