El Ayuntamiento de Castelló ha difundido recientemente una información en la que dice que el concejal de Familia, Alberto Vidal [representante del partido ultra], se ha comprometido a conseguir que la capital de la Plana se convierta en la 'ciudad de las familias'. También pone de manifiesto su disposición a ofrecer "más oportunidades y beneficios" y a "potenciar la natalidad y la protección de este núcleo fundamental de nuestra sociedad". Hace alusión además a la voluntad de "estudiar una reducción de impuestos para las familias numerosas, así como ayudas y becas municipales". Y por si fuera poco, la información concluye señalando que "estamos totalmente comprometidos con las familias numerosas, así como con el resto de las familias".
Parece una declaración de principios impecable, aunque si yo fuera la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, seguiría muy de cerca las andanzas de este edil, por aquello de que más vale prevenir que curar.
No debe olvidar la primera autoridad municipal que siendo el tal Vidal del partido ultra, en cuanto se descuide la puede meter en un buen lío porque pudiera ocurrir que lo que este señor entiende como familia no concuerde con lo que recoge la nueva Ley de familias que entró en vigor el pasado 16 de mayo de 2023.
Sería bueno advertir al concejal que hay familias con dos papás o dos mamás [casados o no], parejas de hecho y por lo tanto no casadas, o familias en las que las hijas e hijos o tienen solo un padre o solo una madre.
Son distintos modelos de familia porque así lo reconoce la ley, cuyos integrantes tienen los mismos derechos que los componentes de la comúnmente conocida como 'familia tradicional'.
Es algo que la alcaldesa Carrasco debería explicar bien clarito a su edil ultra, no vaya a ser que este señor entre en shock cuando por su despacho empiecen a desfilar representantes de colectivos que, a priori, no tendrá muy tratados.
La nueva ley, como todas las demás, es de obligado cumplimiento, tanto para la ciudadanía como para las instituciones. Por lo tanto, no caben discriminaciones de ningún tipo, que de producirse, serán sancionadas y corregidas en los tribunales.
Téngalo en cuenta Begoña Carrasco, a quien recomiendo que trate de hacer la necesaria pedagogía con su concejal de Familia.
También animo a los representantes de los colectivos LGTBIQ+ a pedir cita con el edil Vidal porque los encuentros pueden resultar muy fructíferos: el político ampliará su conocimiento sobre la realidad de las familias en Castelló y sus interlocutores podrán conocer al detalle las ayudas y subvenciones que les ofrece el Ayuntamiento de la capital.