Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.
Me parece tan incomprensible como intolerable, el silencio cómplice de los sindicatos socialista y comunista desde que el actual Gobierno de izquierda radical ha llegado al poder en España.
Ha bastado darles los Ministerios Sociales y Laborales a los comunistas de Podemos, para tenerles domesticados y callados al mismo tiempo que les riegan abundantemente con millones de euros, que salen de nuestros impuestos, hacia sus “chiringuitos” hábilmente manejados y administrados por sus secuaces socialistas y comunistas a imagen y semejanza de como lo hicieron en su día en Andalucía.
¿Alguien ha visto en algún lugar de España manifestaciones organizadas por CCOO o de la Unión General de Trabajadores, quejándose del incesante incremento de parados y las lamentables condiciones en las que se encuentran cientos de miles de sus afiliados, afectados por ERTES o ERES?
¿Se imaginan ustedes como tendríamos las calles y plazas de España en estos momentos si en vez de estar en el Gobierno el PSOE y PODEMOS, estuviera el PP?
Estoy cansado de denunciar que nuestra organización sindical es vergonzosa, por la lamentable utilización que hacen de ella tanto socialistas como comunistas.
Son las correas de trasmisión del poder político, que riegan de miles de millones a miles de oportunistas vividores sindicalistas, que no sólo no dan un palo al agua, sino que se venden vergonzosamente cuando es necesario hacerlo, porque son los únicos trabajadores en España que no trabajan en sus puestos de trabajo y sin embargo son los únicos que están blindados y no pueden ser expulsados ni despedidos nunca a menos que incurran en delitos incuestionables.
Nuestra organización sindical, no tiene nada que ver con los sindicatos homologados en la Europa Comunitaria, que se subvencionan con las cuotas de sus afiliados y por lo tanto defienden ante todo y sobre todo los intereses laborales de los afiliados, sin connotaciones políticas ni prebendas para los líderes sindicales, que están sujetos a los mismos derechos y obligaciones que el resto de sus compañeros.
Mucho me temo que la lamentable situación en la que se encuentra nuestro sistema bancario, con cientos de miles de puestos de trabajo amortizados o pendientes de amortizar y la no mejor situación de nuestra industria manufacturera o de servicios, así como el evidente deterioro de la rentabilidad de nuestras explotaciones agrícolas o agropecuarias, nos estén llevando a situaciones límite, de muy difícil solución.
Por supuesto, el caos y la lamentable actitud de nuestros sindicatos, en ningún caso van a ser la solución, pero no me cabe la menor duda de que una inteligente reconversión de los mismos, para homologarlos con los referentes europeos escandinavos, alemanes y centro europeos e incluso franceses e italianos podrían ayudar a minimizar los daños actuales.
No puedo darles la solución, pero si indicarles el camino más adecuado para evitar la terrible “pandemia de parados” que nos amenaza y persigue ininterrumpidamente desde que llegaron al poder Pedro Sánchez y sus acólitos socialistas y comunistas.
¿Quién tiene la culpa de esa situación más que ellos?
El COVID-19, les ha servido de tapadera para sus insensateces y su pésima gestión, pero la solución no está en culpar al virus como único y principal responsable.
Los únicos responsables han sido ellos y el COVID-19 su justificación, aunque no la responsable de nuestros problemas.
Hasta la semana que viene amigos.
