La noche contó con un correfoc de la falla que finalizó en la plaza París con un castillo de fuegos artificiales y un arcoiris de fuego
Castellón Información
Oropesa del Mar volvió a vestirse de fiesta ayer con motivo de la celebración de San Pedro. La jornada se inició a las 21.30 en la playa de La Concha, donde se acercaron cientos de vecinos y visitantes para asistir al tradicional reparto de las cocas de San Pedro y vino moscatel. En total, se repartieron 4.000 porciones de este tradicional dulce y 300 litros de esta bebida que fueron repartidos por la reina de las fiestas, Ángela Vives, así como por sus damas y parte del equipo de gobierno encabezado por la alcaldesa, María Jiménez.
La noche continúo a las 23.00 horas con un correfoc de la falla La Carrasca de Benicarló que discurrió por el paseo de La Concha y finalizó en la plaza París con un castillo de fuegos artificiales y un arcoíris de fuego. Y al acabar este mágico espectáculo, todos los asistentes pudieron bailar hasta bien entrada la madrugada gracias a la actuación de la orquesta Pompeya.
La alcaldesa de Oropesa del Mar destacó la importancia de este evento para el municipio “por todos los turistas que disfrutan de él” y avanzó que “vamos a continuar dando protagonismo a nuestras tradiciones”. La concejala de Fiestas, Jennifer Casañ, explicó que, tras la celebración del fin de semana pasado de la festividad de San Juan, “con este acto hemos vuelto a tener un acto multitudinario, por lo que estoy muy satisfecha con el resultado”.