El técnico granadino del Castellón se mostró "muy satisfecho" de su equipo, aunque lanzó muchas alabanzas al rival por lo complicado que lo puso
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A Óscar Cano le frieron a preguntas sobre el arbitraje y las expulsiones. Él capeó con autoridad esas preguntas. Salió airoso y además tuvo una extensa intervención lanzando todo tipo de piropos hacia el rival, una Peña Deportiva que puso las peras al cuarto jugando con once, con diez o con nueve. Sí que dejó claro que "once contra once fuimos muy superiores", y agregó que "antes de la primera expulsión mi equipo ha tenido tres o cuatro ocasiones muy claras".
Y cuando se le preguntó sobre esas polémicas decisiones del árbitro engatusó a todo el personal ensalzando al rival y a sus jugadores. De entrada reconoció que "las expulsiones lastran al poder atacar al equipo que las sufre, pero condicionan también para mal al equipo que se queda en superioridad. Tienen cosas para bien, pero también para mal". "Cuando te quedas con un jugador menos, o dos menos, que no era tan significativo porque la gente estaba ya muy cansada. Tu te quedas con nueve y defiendes con nueve en tu portería, pero si estás con once no defiendes con nueve. ¿Cómo le metes mano a un equipo que se defiende con nueve? La única ventaja es que no te contraatacan que es una de las grandes virtudes de esta Peña Deportiva", agregó.
También se defendió de aquellos que desde un primer momento señalaba al Castellón como el gran candidato al ascenso, como el mejor equipo. El favorito para ascender. "Nos dieron el rol de favoritos y aquí no hay favoritos. Aquí todo se iguala". Abundó sobre ese tema y reconoció que el Castellón "ha preguntado por jugadores de la Peña que ya no están en el mercado. No creo que sea un equipo inferior. Donde se tasa el valor de un equipo es viendo a dónde van los jugadores la temporada siguiente. Es uno de los equipo más goleadores de los 80 de Segunda B. Quiero mandar mi absoluta enhorabuena a su entrenador y al que confeccionó la plantilla porque han hecho un plantillón".
A la conclusión del partido los dos entrenadores, al parecer, tuvieron sus más y sus menos fruto de la tensión y emoción de la prórroga. Ambos sacaron la pipa de la paz una vez finalizado el encuentro. "He recibido un insulto. Su entrenador tuvo la grandeza de venir a la sala de prensa y cortar el improperio de raíz con un gesto extraordinario. También le quiero pedir disculpas porque he tenido respuesta a su insulto". «Lo dejamos aquí y enhorabuena a la Peña Deportiva", concluyó.
