Se trata de una vivienda localizada en la plaza Vilanova d’Alcolea habitada por un matrimonio de 73 y 74 años
¿Final feliz? Eso es lo que parece después de que se haya paralizado el desahucio de una pareja de 73 y 34 años en la plaza Vilanova d’Alcolea, en Castelló. Les ofrecen el pago de un alquiler ‘ajustado’ a su situación, pero ni la PAH ni el propietario se fían de la propuesta, porque ya lo ofrecieron al banco, hace dos años. Creen que se paraliza el desahucio por el ruido mediático, pero que en septiembre volverán a la carga.
Numerosas personas de diferentes colectivos se han dado cita en la plaza de la Vilanova d’Alcolea de Castelló donde reside la pareja de 73 y 74 años, sobre los que había una orden de desahucio para la tarde de este jueves. Entre ellos, miembros de la antigua PAH (Plataforma anti Desahucios), Podem Compromís, y la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Castelló, Susana Fabregat.
Las gestiones durante todo el día han sido intensas. Tras una reunión producida esta mañana con el equipo de gobierno, se remitía al juzgado una petición para paralizar el desahucio, que finalmente ha sido escuchado por el juzgado.
Al final, se les ha ofrecido que puedan quedarse en su casa, pero a cambio del pago de un alquiler ajustado a su situación. El siguiente pasó será la emisión de un informe favorable que valore si los propietarios pueden hacer frente al pago.
El problema es que ni los miembros de la PAH ni el propietario de la vivienda se sienten seguros con la solución que les han propuesto.
La representante de la PAH lo ha expuesto claramente: “no se creen lo del alquiler, porque no es la primera vez que ocurre algo parecido, y lo que sucede es que ahora, con el ruido mediático, el banco para la operación, pero luego, a partir de septiembre volverá a intentar el desalojo de estas personas”. Lo que va a suceder, la PAH lo tiene claro: “la propuesta del pago de un alquiler no va a salir adelante y en el plazo de un mes o dos el banco va a solicitar fecha para ejecutar el desahucio. Esto no tiene más recorrido”, ha lamentado.
Y en el caso de que esto ocurra, el matrimonio no podría optar por esa segunda vivienda con la que cuentan (un estudio de unos 30 metros cuadradas), ya que se encuentra ‘okupada’ y su estado es inhabitable debido a su deterioro.
Con todo, el propietario ha manifestado que el banco solo tiene un objetivo: echarlo de su casa. Y comunicaba esto porque dice, que desde que comenzó el proceso judicial que ha finalizado con la orden de desalojo, el banco ha hecho oídos sordos a toda la documentación: a la enfermedad que padece su mujer (quien debido a la situación que ha vivido esta tarde ha sufrido un leve desmayo), a su situación de vulnerabilidad e, incluso, a la petición realizada desde la PAH para que se haga una tasación neutral de su vivienda, que familiares y amigos estarían dispuestos a adquirir para que no se quede en la calle. Y de todo eso, indicaba, el banco no ha querido saber nada.
Y entre los medios de comunicación, representantes de partidos políticos, así como vecinos y amigos de los propietarios que se han reunido en las inmediaciones de la vivienda para dar soporte al matrimonio, sobre las 18.00 horas llegaba la comisión judicial que ha hecho efectiva la paralización del desalojo. Venían, además, tal y como ha podido saber este periódico, de otros cuatro desahucios (se desconoce, por el momento, si han sido ejecutados) en la ciudad de Castelló. Ahora habrá que esperar a saber si, finalmente, el contrato de alquiler sale adelante y acaba la pesadilla de este matrimonio que tan solo quiere recuperar su hogar y, con él, la tranquilidad.