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La concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de Peñíscola, ha elaborado un informe sobre el estado de uno de los ermitorios más emblemáticos del municipio, ubicado junto al Castillo templario y pontificio, que aloja y lleva el nombre de la Patrona de la localidad, la Virgen de Ermitana.
Tras varias actuaciones de mejora en los últimos años, en el pavimento y climatización, el consistorio plantea ahora una rehabilitación integral de cubierta, campanario y fachadas, con el objetivo de “mejorar el estado de conservación del ermitorio, reestablecer partes del mismo que se vieron afectadas por los distintos conflictos armados de siglos pasados a causa de la artillería, eliminar filtraciones y goteras, así como garantizar la conservación futura del monumento” ha asegurado el alcalde, Andrés Martínez.
El estudio propone, concretamente, restituir un pináculo mayor, restaurar los pináculos menores afectados por el paso de los años y cuya estructura se ha visto dañada por la artillería; sustituir ventanales y cerramientos; una reparación integral de la cubierta de todo el ermitorio y su campanario, que actualmente presenta pequeñas filtraciones; así como la reparación de aleros y axiales de las fachadas oeste y norte.
El valor arquitectónico y cultural del templo
El ermitorio, que aloja la Patrona, se construyó a principios del siglo XVIII, entre los años 1708 y 1712, sobre un antiguo cementerio local, a expensas del gobernador Don Sancho de Echevarría, como obsequio y ofrecimiento a la Virgen, tras la Guerra de Sucesión. La fachada barroca, de corte clásico, es la única parte que se conserva de esta etapa, pues el resto de la Iglesia fue reedificada posteriormente en 1820, tras la Guerra de la Independencia.
Se trata de una iglesia con planta de cruz latina, que consta de nave central y capillas laterales dispuestas simétricamente. Tienes una torre campanario de planta cuadrada situada junto al acceso y en el cuerpo de campanas aparece un arco de medio punto enmarcado por dobles pilastras clásicas y rematado por una cornisa quebrada. La nave longitudinal se cubre con una bóveda de cañón con lunetas y el crucero con una cúpula de media naranja sobre el tambor de planta octogonal.
Continuar con la restauración del Patrimonio local, uno de los retos de la legislatura
Martínez ha insistido en la importancia de aunar esfuerzos para mantener y proteger el patrimonio local y preservarlo y prepararlo para los años venideros, “nuestra responsabilidad como gobernantes es agradecer y poner en valor el patrimonio heredado de nuestros antecesores y facilitar su pervivencia en el tiempo para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos” ha valorado, recordando que en la última década y en colaboración con las distintas administraciones, se ha llevado a cabo la restauración de las murallas renacentistas que rodean la cara norte de la ciudadela, se ha iniciado el plan de dinamización del Castillo para su restauración y tematización, se ha restaurado la Torre Badúm, la ermita de Sant Antoni y sus alrededores, el Aljub del Pla de Pitxells, el Peiró i la Creu de Terme, entre otras actuaciones destacadas.