Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.
La degradación y pésima imagen que nuestro Gobierno está trasmitiendo a todo el mundo, es el peor síntoma que podemos dar, ya que se ha perdido la credibilidad en todos los ámbitos políticos y financieros internacionales.
Lo único que nadie discute en el mundo, desde hace muchos años, son las excelencias de nuestras estructuras sanitarias.
España ha sido la primera exportadora del mundo , tanto de eminencias médicas , como de jóvenes recién salidos de la Facultad y de profesionales de la enfermería, que tanto en Gran Bretaña como en Alemania y en el resto del mundo, han dejado durante medio siglo el pabellón español tan alto, que las jóvenes generaciones tendrán esas puertas abiertas siempre por su preparación y profesionalidad.
Ahora, con la crisis del coronavirus a esas dos facetas tan elementales, se les va a añadir otra muchos menos evidente hasta ahora, porque no se habían dado las circunstancias, pero que ha aparecido en el momento en el que ha sido imprescindible para afrontar sus responsabilidades.
Están dando un ejemplo de valor que en algunos casos puede llegar a ser de heroicidad, por los riesgos que están asumiendo sin escatimar riesgos ni esfuerzos para solucionar problemas adicionales, que los políticos no quisieron prever ni solucionar, más pendientes de buscar el voto feminista y feminazi el 8 de Marzo, que de impedir las concentraciones de miles de personas en toda España, pidiendo llegar a casa solas y borrachas.
No se puede ser mas insensibles y majaderos todos los miembros de un Gobierno sin excepción, ya sea por acción o por omisión, que toleran ese riesgo tan brutal el día 8 de Marzo, para prohibir radicalmente poco después todas las manifestaciones o aglomeraciones humanas, por el riesgo de contagio y en menos de una semana declaran el estado de alerta nacional y la incomunicación a prohibición de salir de determinados núcleos urbanos en pocas horas, lo que produjo un éxodo incontrolable en esas horas desde zonas con alto riesgo d contagio o zonas de playa tanto en las costas levantinas como andaluzas.
No se puede gestionar peor una situación problemática.
Pero mientras nuestros políticos, encadenan error tras error, sin plantearse una dimisión irrevocable, nuestros sanitarios se desviven por atender y solucionar todos los problemas generados por los Gobernantes.
Si a ello añadimos, que unos cobran fortunas por crear los problemas y los otros unos salarios a todas luces insuficientes para la labor social y humanitaria que desempeñan, llegaremos a la conclusión de que quizás los políticos que nos gobiernan actualmente en España, deberían de trabajar de sepultureros en pueblos y ciudades de España y cobrar sueldos de sepultureros y una parte muy importante del dinero que cobran ellos por arruinar a un país y crearle conflictos innecesarios, podrían dedicarse a mejorar los salarios de nuestros sanitarios que sin duda hacen mucho mas por España y los españoles, de lo que han hecho hasta hoy por lo menos ese Gobierno de Izquierda Radical Frente Populista, que no da una a derechas, porque ni sabe, ni quiere, ni puede.
¿Cuántos españoles se contagiaron durante las manifestaciones del 8 de Marzo y sus preparaciones y ensayos precedentes?
Eso nunca se podrá saber, pero según los expertos el período de incubación del coronavirus, oscila entre la semana y los quince días y luego crece muy rápido.
Tuvimos los antecedentes de China e Italia, para prever lo que podía ocurrir, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver ni peor berzotas que quien se empeña en no aprender y en eso tanto Pedro como Pablo tienen un Master de Incompetencia y Autosuficiencia de difícil cura.
En fin sólo quiero pedirles a todos mis lectores y amigos que sepan distinguir el trigo de la cizaña.
Nuestro Sistema Sanitario está formado por unos profesionales íntegros, bien preparados y valientes que están luchando en primera línea contra un virus muy contagioso pero no tan letal, como lo es virus el que difunden y contagian los políticos que nos Gobiernan, que está formado totalmente por la incompetencia, la mentira y el cinismo más despreciable, con tal de intentar contar con unos votos que les permitan permanecer en el poder cuatro días, porque con esos días se han garantizado su porvenir y el de sus descendientes en varias generaciones.
Responsabilidad nuestra es la de cambiar unas leyes absurdas y obsoletas, que les permiten pensar sólo en ellos y olvidarse de España y el resto de los españoles.
Así lo veo y así lo vengo denunciando sin dudar.
Hasta la semana que viene amigos.