Rafa Mezquita/Castellón Información
Vila-real quiere respetar el medioambiente, mejorar la vida en la vía pública y que los insectos dejen de molestar a los vecinos. Todas estas actuaciones se pondrán en común con un nuevo programa piloto o plan de obra que llevará a cabo el Ayuntamiento con tal de combatir las plagas de insectos que afectan a la mayoría de arboles instalados en plena ciudad y que se quieren combatir de manera biológica, con el uso de otros insectos, y no usando productos fitosanitarios que pueden ser contraproducentes para la ciudadanía.
Así lo han explicado tanto el edil de Servicios Públicos, Francisco Valverde, como el de Medio Ambiente, José Pascual Sancho. Ambos han asegurado que hay que buscar “el equilibrio adecuado” para que este tipo de insectos “no se conviertan en plagas”.
Asimismo, este programa piloto que durará aproximadamente un año y que “tendrá un coste insignificante” para las arcas municipales, se efectuará ante 300 árboles de la ciudad (100 tilos en la Avenida José Ramón Batalla, 80 jacarandas en la Avenida Alemania y 120 naranjos en la Calle Calvari).
Valverde explica que el principal problema es que los insectos que habitan en estos arboles se alimentan de la savia, y al rascarla, este procedimiento produce una resina que daña los coches y la vía pública, con lo cual el objetivo final es evitar estas problemáticas en la vía urbana a través de trabajos biológicos.
Por su parte Sancho augura que esta herramienta es “eficaz y esperanzadora” y que es un sistema “que ya se está utilizando en Europa” para combatir plagas de manera biológica y no química, “respetando al medioambiente” y también “al descanso de la ciudadanía”.