Noticias Castellón
jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 13:06

Plan Valenciano 2030: La Generalitat fomenta las especies autóctonas para combatir el cambio climático

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 2 segundos

Noticias Relacionadas

Jorge Blanco, director general de Calidad Ambiental, destaca la importancia del algarrobo como árbol que se adaptada muy bien a las nuevas condiciones climáticas y a la disponibilidad de agua

La Generalitat Valenciana promueve la reintroducción de especies autóctonas como medida contra el cambio climático y los incendios forestales en el marco del Plan Valenciano Integral de Energía y Cambio Climático (PVIECC 2030).

El director general de Calidad y Educación Ambiental, Jorge Blanco, que ha visitado la zona de cultivo sostenible de algarrobos valencianos de Bugarra, ha destacado que “en concreto esta especie es un árbol que se adaptada muy bien a las nuevas condiciones climáticas y a la disponibilidad de agua, previene la desertización y las inundaciones”.

Y en esta línea, Blanco ha matizado que “su capacidad de adaptación convierte al algarrobo autóctono valenciano en un cultivo viable de mantener y rentable, que permite integrar la actividad agraria con la prevalencia de la masa forestal del entorno”.

Esta iniciativa, centrada en el modelo de negocio ecológico, se encuentra en una zona de cultivo alejada del casco urbano que ocupa una superficie 65 ampliable a 125 hectáreas entre las comarcas de Los Serranos y Camp de Túria. Además, los cultivos de la empresa Pedro Pérez de Bugarra cuentan con un total de 31.250  pies de algarrobo ecológico.

Precisamente, uno de los objetivos del proyecto es poner en valor este cultivo propio de la zona, y por otra parte, servir como plantación espejo que anime a otros agricultores a interesarse por este cultivo de manera profesional y con proyección internacional.

Asimismo, el proyecto se centra en el cultivo de algarrobos para la fabricación de sus derivados para el sector alimentario, como el estabilizante natural de harina de garrofín y los troceados o la harina de algarroba.

Tal y como ha explicado el director general, “este proyecto favorece la regeneración y reutilización de espacios degradados, así como la recuperación de cultivos abandonados”. Y, ha recordado que además “el cultivo en mosaico o con discontinuidades sirve como cortafuegos”.

Respecto al papel de este tipo de cultivos como sumidero de CO2, “desde Generalitat se está trabajando en el registro voluntario de iniciativas de cambio climático como esta, para que tengan acceso preferente a la financiación regional, así como a contratación pública” ha concluido Jorge Blanco.