El Puerto pidió garantías de rentabilidad económica y Conselleria exigió un estudio arqueológico en profundidad de la zona para el informe de impacto ambiental
La empresa alemana Next Tuna renunció a su proyecto de cría del atún en la dársena sur fundamentalmente por dos motivos: El Puerto solicitó un informe de la solvencia económica del proyecto. Pero además, Conselleria exigió un estudio arqueológico en profundidad. Y es que, según los estudios de la Dirección General de Arqueología Subacuática, la instalación se emplazaba sobre un yacimiento fenicio, próximo a la Font de la Barrassota y podía causar daños irrecuperables en la zona.
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Next Tuna estudió construir su planta de atún en la dársena pesquera del Puerto
Tal como relataba Castellón Información en torno a los antecedentes de la solicitud para construir una instalación de acuicultura para la cría y producción de atún rojo atlántico en el Puerto de Castellón, el proyecto presentado en 2024 no fue ni el único ni el primero.
Y, además, es mucho menos ‘ambicioso’ que el original, presentado en 2022 cuando se evaluaron las dos ubicaciones posibles en el Puerto de Castellón: El muelle Pesquero y la Dársena Sur. Se trataría, de un 'proyecto provisional'.
Next Tuna eligió como alternativa la Dársena Sur
La ubicación en la dársena Pesquera se desestimó pronto. El gasto que conllevaba dragar toda la zona para alcanzar una profundidad de 12 metros de calado; el impacto de la construcción sobre el dique pesquero; y el previsible trasiego previsto de barcos para la zona, reconocían que el impacto negativo era mayor.
Más allá de los condicionantes técnicos, con una visión a largo plazo y una previsión de futuro, la alternativa de la Dársena Sur parecía ‘un perita en dulce’.
Entre las ventajas que vio Next Tuna en esta ubicación estaba: que el Puerto de Castellón estaba y está en un proceso de ampliación de suelo industrial, capaz de ofrecer un espacio óptimo para la proyección de la empresa. Si todo salía como estaba pensado, Next Tuna gozaría en el Puerto de Castellón, de una instalación que podría competir directamente con el centro de producción de Murcia.
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Para ello contaban con una propuesta muy novedosa que no se había puesto en marcha antes: La creación de los sistemas RAS, creados por esta entidad alemana. Es decir: contenedores de acero flotantes y controlados, separados del entorno marino pero integrados en él, con agua de mar pre-tratada y mediciones de oxígeno para garantizar una mayor viabilidad de las larvas y alevines de Atún hasta alcanzar un peso de por lo menos 10 Kg.
Además, dado que la Unión Europea financiaba el desarrollo proyectos para la cría y producción de atún rojo atlántico, contaban con poder conseguir una inversión suficiente para la puesta en marcha de su proyecto.
Proyecto de Next tuna para la Dársena Sur
Como informaba ayer Castellón Información, el proyecto de la instalación de Next Tune en la Dársena sur pretendía desarrollar un proyecto en siete fases con instalación en tierra y en el mar.
Debería haber ocupado una superficie de 127.000 metros cuadrados repartidos entre una plataforma terrestre de 56.000 metros cuadrados y una zona marítima de 71.000 metros cuadrados.
En tierra, un edificio criadero con una superficie de 11.250 metros cuadrados. Este inmueble estaría destinado a albergar las huevas eclosionadas y los primeros desarrollos de las larvas hasta convertirse en alevines. Todo ello además de las oficinas, y otras necesidades.
Un edificio de 2.500 metros cuadrados destinado, en dos terceras partes al almacenamiento del pienso para los alevines.
Una zona de servicio y reparación.
Un área de tratamiento del fluente de los sistemas RAS.
Instalación de captación de agua de mar para los RAS, sistemas de refrigeración, instalación eléctrica, de oxígeno…
En la zona marítima se preveía ubicar hasta 26 sistemas flotantes RAS como unidades independientes, flotantes, aislados y cubiertos.
Hasta 20 de estos sistemas se destinarían a albergar a los alevines resultantes del criadero de las larvas hasta que pudieran alcanzar un peso de 10 Kg. Esos mismos tanques flotantes serían utilizados posteriormente para trasladar la producción para su transferencia a jaulas de engorde o venta a clientes.
Otras 6 instalaciones RAS en el mar albergarían a los atunes destinados a la reproducción de las huevas que luego se llevarían al criadero.
¿Sin afecciones y con un impacto prácticamente nulo?
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Con un dragado de hasta 12 metros de profundidad, se ‘entendía’ que el impacto sería nulo, ya que no afectaría a “ningún espacio de la Red Natura 2000”. En la misma línea tampoco se consideraba que pudiera afectar a ningún elemento del patrimonio cultural.
Es cierto que, el estudio hace referencia a documentos entre los que destacaba el ‘Estudio de los restos arqueológicos submarinos en la costa de Castellón. Cuadernos de prehistoria y arqueológica castellonense’ (Fernández Izquierdo, Asunción, 1980). El documento no citaba ‘textualmente’ la zona sur del Puerto de Castellón, aunque sí analizaba el norte de la costa de Almassora… Y bien sea por conveniencia o por ‘desconocimiento’ se pasaron por alto ciertas anotaciones que pudieran afectar a la nueva instalación de acuicultura.
Ahora bien, para el desarrollo de una iniciativa de semejante calado son necesarios una serie de permisos que implican a muchas administraciones, y aquí es donde comenzaron a no verse las cosas claras.
El Yacimiento fenicio de la Font de la Barrassota
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Con lo que no contó, o no quiso contar la empresa promotora, es que, además, la instalación propuesta en la Dársena Sur se encontraba situada sobre un yacimiento arqueológico fenicio.
La costa se adentraba 500 metros en el mar por el Delta del Millars
Tal como recogen algunos estudios arqueológicos, entre ellos el realizado por Asunción Fernández Izquierdo y JE Ramos Barceló ‘La presencia fenicia en aguas de la desembocadura del río Millars’, cabe suponer que el Millars habría sido un río con abundante caudal cuya desembocadura habría formado un delta de gran amplitud donde se habrían acumulado los sedimentos y residuos aportados desde el interior.
Existe la certeza de que el tipo de costa baja y sin relieve pronunciado alguno se prolongaba como una plataforma marina próxima a la costa. E indica el estudio: La regresión del delta del río durante los últimos siglos se habría acentuado con la disminución de la pluviosidad, construcción de presas, alternación de la dinámica marina producida pero la construcción de los puertos de Castellón y Burriana.
Se entendería, por tanto, que la configuración de la costa, entre Castellón y Almassora en época fenicia sería similar a la actual pero avanzada sobre el mar unos 500 metros en la desembocadura y unos 200 metros en la parte sur.
La Font de la barrassota
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Por otra parte, cabe hacer referencia a lo que se conoce como ‘la Font de la Barrassota’; un afluente de agua dulce situado entre los términos municipales de Castellón y Almassora, frente a la salida de la acequia del Mijares que en la actualidad estaría dentro de la zona ocupada por la Refinería de Castellón.
La referencia a la Font de la Barrassota es importante, porque tal como cita el estudio anteriormente referido, hay suficientes argumentos para considerar que la zona donde pretendía instalarse el centro de acuicultura coincidiría con un área de ‘embarcadero-fondeadero’ donde las embarcaciones de civilizaciones como la fenicia acudían para cargar agua potable. El estudio de Más allá de todo esto, y certifica sus afirmaciones con la datación de los restos encontrados en el área marítima de la escollera sur del Puerto de Castellón y la costa de Almassora. La antigüedad de los mismos se remontaría a los siglos VII y VI AC.
Es decir, que la zona estaría afectada por la existencia de restos arqueológicos de lo que pudo ser un asentamiento fenicio de mayor o menor envergadura.
Solicitud del Informe de Impacto Ambiental favorable
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Para realizar un proyecto como el propuesto por Next Tuna en la dársena sur de Castellón no bastaba con el consentimiento del Puerto. Eran necesarios también otros permisos para poder solicitar el Informe de Impacto Ambiental favorable. Y Para ello, también era preceptivo y vinculante el informe positivo de la Dirección General de Arqueología Subacuática de la Generalitat Valenciana.
Tal como figura en la web de la Conselleria el 25 de octubre de 2022 se remitió al Servicio Territorial de Agricultura de Castellón la “solicitud de determinación de impacto ambiental relativo al proyecto de instalación de acuicultura para la cría y producción de atún rojo atlántico y/u otras especies autóctonas en el Puerto de Castellón, promovido por la empresa Next Tuna Spain SL”
Esta solicitud hacía constar la valoración de las dos alternativas situadas en la Dársena Norte (muelle pesquero) y Dársena Sur y la selección de esta segunda como la más idónea. Refería el compromiso del Puerto en lo que se refiere a la redacción del proyecto y construcción de un dique de abrigo, un tema que quedaba sujeto a otra tramitación independiente al permiso que se solicitaba.
Lo que sí era objeto directo del pronunciamiento de la Conselleria era “el resto de las obras necesarias para abrigar la instalación (contradique sur), formar las alineaciones de atraque y ejecutar la plataforma terrestre (muelles y rellenos) y ampliar el calado de las aguas interiores (dragado)”. También se incluían las instalaciones necesarias para desarrollar la actividad, que ya han sido reseñadas anteriormente.
Visto el alcance del proyecto, se publicó en la web de la Generalitat el documento inicial del proyecto y se formularon las consultas a las administraciones públicas afectadas, un total de ocho entidades nacionales y autonómicas. En su respuesta, estas administraciones solicitaron diferentes medidas correctoras de mayor o menor calibre.
Conselleria exige una prospección arqueológica antes de iniciar cualquier intervención
Aparte de las correcciones que hubieran podido realizarse sobre el proyecto, la empresa se encontró con un requerimiento que sobrepasaba su disposición inicial. La Conselleria de Cultura cuestionaba el punto del proyecto en el que se indicaba: "No se prevé afección a ningún elemento del patrimonio cultural valenciano en el ámbito del proyecto, de modo que el impacto en ambos casos (alternativas 1 y 2) es nulo", e indicaba que la documentación aportada era somera e insuficiente y poco precisa. Dicho esto, indicaba: "Es necesario realizar una prospección arqueológica subacuática con sondeos... y realice intervenciones arqueológicas antes de la adjudicación de la obra".
A tenor de lo anteriormente indicado, la resolución de Conselleria condicionaba el informe de impacto ambiental a que se introdujeran las medidas correctoras propuestas y a que, previamente a cualquier intervención para la construcción de esta prolongación de la dársena Sur hacia el Este, se realizara la citada prospección arqueológica subacuática dirigida por expertos en la materia.
El Puerto pidió una memoria económico-financiera
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Pero no fue el único escollo con el que se encontró el proyecto de Next Tuna de 2022.
Como ya se ha citado, dado que la Dársena Sur está todavía en desarrollo, el primer paso para asegurar la nueva planta debía contar con el apoyo del Puerto para la prolongación del dique de abrigo exterior este, con el objetivo de conseguir una superficie adecuada para el proyecto.
El 30 de marzo de 2023 el Puerto solicitó a Next Tuna un requerimiento explícito sobre la memoria Económica financiera del Proyecto.
Si PortCastelló había de asumir el desarrollo de obras de envergadura como la prolongación del dique Este que cerraba la Dársena Sur, era razonable también, que el Puerto quisiera conocer qué estudios se habían hecho para garantizar la rentabilidad de esta nueva planta de acuicultura, con qué inversiones contaba y qué solidez económica tenía el proyecto.
Next Tuna renuncia al proyecto del 2022
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A tenor de estos requerimientos, Next Tuna hubo de reconocer el 3 de mayo de 2023 que “no podía dar respuestas que satisficieran las aclaraciones solicitadas por la Autoridad Portuaria”.
Ante esta situación, indica la memoria del proyecto de Next Tune del 2024, “ambas partes acuerdan que la mejor manera de proceder es que Next Tune realice una nueva solicitud de una autorización administrativa de una instalación provisional para un solo sistema RAS y, de esta manera, demostrar a la Autoridad Portuaria la viabilidad del negocio”.
El proyecto de la Instalación provisional del 2024
El resto de la historia, como ha publicado Castellón Información, era fácilmente predecible.
Next Tuna confiaba en conseguir los fondos adecuados y la financiación de Europa y del Instituto Oceanográfico Español. Pero en el momento de presentar su proyecto, en 2022 carecía de los apoyos suficientes. Para conseguir más inversores publicó en su página web el anuncio de la nueva planta de acuicultura en el Puerto de Castellón.
Sin poder introducir todas las medidas correctoras que necesitaba aquel proyecto de 2022, (entre las que se encuentra la prospecciones arqueológicas subacuáticas para obtener el informe de Impacto Ambiental Favorable); y sin poder presentar una memoria económica que acreditara los resultados económicos que preveía conseguir, solo tenía una alternativa:
Comenzar de nuevo, desde cero, para solicitar un nuevo permiso de actuación, esta vez para una instalación provisional de acuicultura para la cría del atún rojo del atlántico. Esta base consta de modestas instalaciones en tierra y de una sola instalación e RAS en el mar. La ubicación, en este caso, se sitúa en la prolongación del Dique este del Puerto, junto al muelle de la Cerámica.
Al tratarse de una zona interior del Puerto no tendrá la obligación de realizar una prospección arqueológica subacuática, puesto que el fondo ya fue removido y modificado cuando se realizaron las obras del dique; no afectará a la fauna y flora del fondo marino; y tampoco tendrá un impacto acústico sobre el entorno.
Además, para certificar la rentabilidad y viabilidad del proyecto y poner a prueba su nueva tecnología en materia de acuicultura, durante el primer año de su puesta en marcha destinará sus instalaciones a la cría de una especie como la seriola. En función del éxito de las instalaciones, se dedicaría a la producción de atún rojo atlántico a partir de los huevos o larvas suministrados por otras entidades, como puede ser el centro de producción del Instituto Oceanográfico Español de Mazarrón.
Este programa piloto está pensado para su desarrollo en un periodo inicial de 4 años.
En estos momentos cuenta con el permiso del puerto y la licencia ambiental del Ayuntamiento de Castellón.