Bataller afirmó que va a bajar los impuestos y la oposición sueña ya con una coalición de izquierdas
Posiciones irreconciliables en el debate sobre el estado de la ciudad de Castellón, en el pleno extraordinario del Ayuntamiento, celebrado esta mañana. Todo positivo para el PP, y todo negativo para la oposición, salieron a relucir cientos de datos y temas, en un salón repleto de público de todas las ideas y condiciones. Bataller va a bajar los impuestos y la oposición sueña ya con una coalición de izquierdas.
Esperanza Molina/Castellón Información
El Ayuntamiento de Castellón celebró esta mañana pleno extraordinario con dos puntos en el orden del día, la toma de posesión del nuevo edil del PP, Julio Tena, que sustituye al fallecido Miquel soler. Y el debate sobre el estado de la ciudad.
Lo primero que llamó la atención fue que el salón de plenos del Ayuntamiento estaba a reventar de público. Y es que, en esta ocasión se dieron cita los familiares del nuevo concejal y los seguidores del PP, que inundaron la sala con mucha antelación; y luego las asociaciones de educación que reivindican la continuidad de los colegios Herrero y Maestro Canós; y un grupo del ‘casal del poble’ que, como era previsible, la lió.
Y es que el público y su comportamiento fue lo más entretenido de la sesión, tras la toma de posesión de Julio Tena.
Los partidarios del PP, aplaudieron las intervenciones del PP. Los del Casal, protestaron, con el apoyo de la concejal de Izquierda Unida, Carmen Carreras, la multa que les puso el Ayuntamiento en Magdalena, por montar un concurso de paellas sin permiso, durante las fiestas, que según los vecinos y el Ayuntamiento, dañó el mobiliario urbano y requirió incluso la presencia de los bomberos.
Fueron los que se salieron de tono y, por tanto, los que provocaron su desalojo, cuando uno de los miembros de este colectivo tiró un paquete de arroz sobre el banco de los concejales del PP, mientras todos abucheaban y pedían unas ‘fiestas libres’.
En cuanto a los que defendían el tema de la enseñanza. Ellos también se manifestaron con carteles y pancartas, pero en ningún momento llegaron a romper el orden.
En lo institucional, fue un pleno aburrido hasta el extremo, con posiciones tan encontradas que era imposible que llegaran a entenderse.
El alcalde, Alfonso Bataller abrió el turno con una exposición en la que destacó la positiva evolución de la ciudad, en todos los sectores, bajo el mandato de su grupo. Anunció bajada de impuestos e inversiones para el próximo año, y destacó que no quedaban facturas pendientes por pagar.
La oposición, con aciertos y desconciertos, indicó que nada bueno se había realizado durante estos tres años. Y dio por sentado que el Ayuntamiento pasará a estar gobernado por una coalición de izquierdas tras las próximas elecciones.
Si la exposición el acalde recordaba a la ciudad de las maravillas, la de la oposición tradujo en una imagen de una ciudad del tercer mundo.
Llovieron los datos, por una y otra parte. El Tram fue santificado por el equipo de Gobierno y defenestrado por la oposición.
La concejal de Izquierda Unida, Carmen Carreras, volvió a soñar con el momento glorioso de la proclamación de la Segunda República…
Cabe destacar, si acaso, la intervención de Compromís, que en un ejercicio lírico incomparable, basó su discurso en un hipotético escenario de logros y proyectos que han pasado por el Ayuntamiento durante los últimos 15 años. Con esta proyección, comenzó saludando desde ‘el nuevo ayuntamiento’ del Asilo; para acabar citando las excelencias de todos los macro proyectos, que se han quedado aparcados con la crisis económica, o que vienen con retraso por falta de fondos: centro de Convenciones, Ciudad de las Lenguas, Edificio de Hacienda… Por lo menos fue un discurso que levantó sonrisas, aunque no a todos.
En el PP se notaba la crispación y el nerviosismo. Completado el primer turno de intervenciones, Juan José Pérez Macián portavoz del PP, salió a defender la postura de su partido y a cuestionar las intervenciones de sus compañeros de la oposición.
Fiel al estilo que lo caracteriza, Pérez tuvo palabras para todos. Para la concejal de Izquierda Unida, indicó que vive en otro planeta o por lo menos parece que estuviera en otro universo, y a la que aconsejó “más juanolas y menos penicilina”.
Al concejal del Compromís, a quien aconsejó que siguiera el ejemplo del ex concejal del Psoe, que ha sido mal edil pero buen poeta; lo felicitó por su estilo, pero dijo que estaba perdiendo el tiempo, cuando podía optar a un premio literario. Y a Amparo Marco del Psoe, a la que volvió a cuestionar su liderazgo dentro del grupo y su conocimiento de la administración del Ayuntamiento. Pérez acusó, en conjunto a la oposición de criticar mucho y trabajar poco por la ciudad.
Con estos mimbres, se reiniciaron las exposiciones de los grupos… entre el público, un señor se levantó y dirigiéndose a la salida comentó en voz alta “Esto no hay quien lo aguante”.
Tal como había empezado, cerró el turno de intervenciones el alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller, que reiteró algunas de las propuestas que ya había realizado e indicó: “me comprometo a atender todas las propuestas sensatas que se presenten”.
