El pleno de las mociones no llegó a ninguna parte mientras la oposición reclama ser parte activa del Ayuntamiento
Podemos pidió un nuevo giro a la izquierda al Gobierno de Fadrell de Castelló mientras que ponía el acento sobre el PSOE y Compromís le guardaba las espaldas. Todo eso en un pleno de mociones fallidas en el que la oposición se hartó de exponer medidas contra el Covid, y clamó y reclamó ser parte activa del Ayuntamiento. El acuerdo de Fadrell pareció tambalearse sobre el alambre y saltaron las dudas sobre su solidez. La alcaldesa salió al quite.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El pleno del Ayuntamiento correspondiente al mes de abril se pareció en mucho a un ejercicio de prestidigitación. Descartado el tema de los sueldos, del que este periódico ya informó ampliamente, lo demás estaba prácticamente falto de contenido.
Las mociones, tan traídas y llevadas de la oposición sobre el Covid-19, se quedaron en agua de borrajas. Se habían vendido con grandes titulares en los medios de comunicación, pero el equipo de Gobierno no se prestó siquiera a escucharlas.
Eso, en un pleno telemático, desde casa, con pantallitas de televisión y sin un público cercano con el que medir los efectos, convirtió la sesión en una transmisión que pudo haber sido soporífera del todo de no haber sido por Podem.
El resumen de la cosa fue más o menos lo siguiente: Un Despacho Ordinario sin apenas contenido y un Extraordinario con nueve mociones para el gobierno de la ciudad en tiempos de crisis, presentadas por quienes no gobiernan y ni siquiera participan.
Todas ellas se debatieron y defendieron de una vez. Tenía su lógica, de otra manera aquello hubiera durado días. Pero escuchar a los portavoces defender tanta cosa junta en apenas unos minutos, chirriaba por completo hasta el punto de que era difícil de seguir el hilo. Por eso, más que el contenido de las mociones, lo que quedó en la memoria fueron las formas, las grandes frases o ‘las gestas’.
Navarro: La 'Gran Política' frente al colapso del neoliberalismo
Por ejemplo: Por momentos pareció que el Acuerdo de Fadrell bailaba peligrosamente sobre el alambre. Y pasó así por varios motivos, pero sobre todo, porque mientras se celebraba el pleno los medios de comunicación recibían un comunicado de acuerdo entre Podem y Compromís (solo ellos) para pactar una rebaja de sus sueldos. Eso, sin contar con el PSOE, que tiene la mayoría del Acuerdo de Fadrell, olía a chamusquina.
Pero la cosa fue a más cuando Fernando Navarro, portavoz de Podem, intervino con un discurso que parecía planteado por lo menos para el Congreso de los Diputados, o más aún, para el Parlamento Europeo. En una ciudad de provincias (por más importante que sea para cuantos viven en ellas), confinada en casa y aterrorizada porque no sabe si va a tener trabajo dentro de una semana, hablar del momento de la ‘Gran Política’, de la ‘amenaza del neoliberalismo’, de la transformación radical de la economía para resurgir de las cenizas… aquello se hizo muy grande.
Y todo eso, para lanzarle pullas al Grupo Socialista y reclamar un giro más hacia la izquierda del Gobierno del Ayuntamiento, donde ‘la derecha’, es decir, la oposición, no tenga cabida ni por las rendijas.
Con un poco de mala fe podría recordarse la moción de unidad que la alcaldesa presentó y retiró por no haberla consensuado antes, y en la que proponía reforzar la Junta de Portavoces en la toma de decisiones frente a la crisis.
¡Cómo parecían lamentar los partidos de la oposición en esos momentos que la alcaldesa hubiera retirado su moción!
Y es que, aunque en apariencia el PSOE fue el centro logístico del pleno, por su mayoría y por las intervenciones de los responsables de Hacienda, Seguridad, y Bienestar Social, en la práctica, el discurso de Podem pudo sonar incluso a amenaza. ¿Sirve el Acuerdo de Fadrell para la transformación progresista de la ciudad? ¿Era un aviso o una amenaza?
Más todavía si, a posteriori, el portavoz de Compromís en su intervención parecía responder a la pregunta de su compañero de izquierdas para confirmar la validez del pacto de Gobierno.
Por lo demás, el tono del pleno fue muy parecido a lo habitual. La oposición dijo de todo del Gobierno, y el Gobierno los acusó de hacer demagogia barata.
PP, CS y VOX presentaron planes de contingencia y medidas fiscales que, lejos de ser analizadas, fueron rechazadas por principio, porque no contenían una valoración económica real. No podían tenerla. Un Ayuntamiento sin ingresos no puede mantener servicios, eso por principio. Pero además, está el color de cómo ve cada uno la película, que en el caso de Fernando Navarro se tradujo en esta frase: “no es cierto que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos” …
Las intervenciones de los responsables de Hacienda y Seguridad tampoco dieron mucho juego. Solo José Luis López, responsable de Bienestar Social, consiguió un notable alto por su gestión, reconocida por toda la corporación. También por cuestión de tiempo, solo había una intervención por parte de los grupos, que reiteró lo apuntado ya en el debate de las mociones.
Ruegos y Preguntas: Educación Especial
En Ruegos y Preguntas hubo espacio para protestar por los huertos urbanos y su producción, que no ha podido ser recolectada por sus concesionarios; pero también para pedir a la alcaldesa que interceda para que no se eliminen los colegios de Educación Especial.
María España explicó el enorme problema de los niños con una discapacidad que necesitan de tratamientos y terapias especiales para las que no están preparados los colegios de la ciudad.
El ruego pilló descolocado al concejal de Educación, Francesc Mezquita, que dijo que no tenía noticia de que se fuera a llevar a cabo… aunque ellos son partidarios de una educación inclusiva. Y la alcaldesa, por su parte, indicó que recogía el ruego pese a que el Ayuntamiento no tiene competencias.
Paula Archelós, de Ciudadanos, volvió a pedir luto oficial por las víctimas del Covid en Castelló, y manifestó que la web municipal conserva el libro de condolencias de Germá Colón, con un crespón sobre el escudo de la ciudad, pero no recuerda a sus víctimas por la pandemia.
No a los fondos buitres y derecho a la vivienda
Hubo turno ciudadano… bueno, lo hubo de aquella manera. Porque la que presentaba la pregunta y la queja era la concejal de Confluencia, responsable de vivienda, Mª Jesús Garrido, como responsable de la Plataforma Anti Desahucios. Y a ella le respondió la concejal de Sanidad del PSOE, Carmen Ribera… ambas forman parte del equipo de Gobierno. Aunque bien hubiera podido preguntarse y responderse la misma concejal de Confluencia, porque, al fin y al cabo, la queja que reclamaba era suya y de su competencia.
Garrido comentó que grandes propietarios de alquileres acosan e intentan que los vecinos de viviendas de protección social en el Raval Universitari, abandonen sus domicilios para elevar los precios de estos inmuebles. Su concejalía, dijo, no permitirá que los fondos buitres actúen sobre Castelló y el derecho a la vivienda de las personas.
¿Aviso a navegantes?
Y antes de levantar el pleno, intervino la alcaldesa. Además de condolencias y agradecimientos ante la situación que se vive, Marco se dirigió a sus socios de Gobierno a los que agradeció todo su trabajo y de los que dijo sentirse muy contenta. ¿Era un desquite? ¿un aviso a navegantes? ¿o un intento de despejar la portería del Fadrell?
