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El intendente principal de la Policía Local de Almassora, Roberto Verdoy, ha presentado esta mañana los dos equipos desfibriladores adquiridos por el departamento para uso en caso de emergencia sanitaria. La alcaldesa, Susanna Nicolau; el concejal de Seguridad Pública, Santiago Agustí; y la primera teniente de alcalde, Merche Galí, han asistido a la presentación de los dispositivos, los primeros que compra el consistorio.
El Ayuntamiento de Almassora ha invertido 3.000 euros en la adquisición de estos dos equipos desfibriladores semiautomáticos externos para uso en caso de emergencia, una inversión consensuada con la Jefatura de Policía Local “en aras de una mejora del servicio que prestan los agentes a la población, en particular en el área de policía asistencial”, ha considerado Roberto Verdoy, que ha incidido en que su uso salva al 90% de los pacientes.
La alcaldesa ha recordado que uno de los equipos estará permanentemente en el consistorio y otro formará parte de un vehículo patrulla de la Policía Local para trasladarlo a cualquier punto del término municipal y actuar con diligencia hasta la llegada de los sanitarios. Para Nicolau, “esta pequeña inversión puede comportar la salvación de una vida en caso de extrema urgencia sanitaria, por lo que está más que justificada”.
“Incorporando los desfibriladores a los equipos nos equiparamos a tantas instituciones, centros comerciales, aeropuertos, estaciones y otros espacios por los que transita una gran cantidad de población”, según el concejal de Seguridad Pública, que ha añadido que “no era de recibo que un municipio con más de 25.000 habitantes careciera de estos dispositivos”.
En la misma línea, la plantilla de la Policía Local de Almassora ha comenzado ya la formación específica para aprender a utilizar estos equipos en situaciones de urgencia. Así, hasta 37 agentes participan en grupos de siete u ocho personas en clases prácticas y teóricas desde esta semana. Los cursos, que se imparten en horario de 17.00 a 19.00 euros, continuarán durante el mes de enero para que todos los policías sepan cómo reaccionar en caso de tener que realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar y utilizar los desfibriladores.
El decreto 220/2007, de 2 de noviembre, del Consell que regula el uso de los desfibriladores a cargo de personal no médico incide en que la causa más frecuente de una parada cardiorrespiratoria, una de las situaciones de emergencia sanitaria más habituales, es la fibrilación ventricular, un ritmo cardíaco alterado que representa el 75-80% de las muertes súbitas de origen cardíaco y que requiere de atención inmediata. De hecho, por cada minuto de espera se reducen un 10% las posibilidades de supervivencia del paciente.
