La afluencia en las zonas de costa se ha disparado en esta Semana Santa respecto a las semanas anteriores de confinamiento
La provincia de Castellón se blinda ante la llegada de turistas de otras comunidades que buscan llegar a la provincia para aprovechar una Semana Santa y una Pascua confinados en sus segundas residencias y más cerca del mar. Son sobre todo ciudadanos de la Comunidad de Madrid que han llegado a Oropesa, Marina d'Or o Benicàssim, pero también lo han hecho los autóctonos, que aprovechan la falta de controles durante la madrugada para llegar a sus casas de verano en el litoral de Castellón.
Rafa Mezquita//Castellón Información
La provincia de Castellón se blinda ante la oleada de turistas de otras comunidades que buscan llegar a la provincia para aprovechar una Semana Santa y una Pascua confinados en sus segundas residencias y más cerca del mar.
Se trata sobretodo de ciudadanos de la Comunidad de Madrid, que durante la jornada 
de ayer colapsaron la autovía A-3 que conecta la capital de España con la Comunitat y por ende, con Castellón.
Un hecho que algunos más ‘listos’ han aprovechado pero para hacer sus viajes durante la noche. Aunque las policías locales, la Policía Nacional y la Guardia Civil controlan todo el territorio provincial para evitar desplazamientos a segundas residencias y así evitar la posible propagación del coronavirus, siempre hay más de uno que se sale con la suya.
Así lo manifestaban vecinos de Oropesa y Benicàssim a este diario: “Hay más actividad desde este miércoles que en los días anteriores. Incluso se han visto coches con familias al completo”.
También sucede en Oropesa. Vecinos de la playa de La Concha aseguran que la policía controla los accesos a la localidad, pero se nota “mucha más afluencia de vecinos a los que conocemos que han venido de Madrid y Aragón”.
En la zona de Torre Sal, donde durante todo el año residen unas cincuenta personas, un estableciemiento hostelero ubicado en esta zona en la Ribera de Cabanes denuncia que “la afluencia es mucho mayor estos días, el distrito esta blindado por las fuerzas de seguridad del Estado por la cantidad de gente que iba a venir”. “Nosotros tenemos también ganas de salir y de abrir nuestro restaurante, pero ahora nos quedamos en casa, ¿por qué los demás no?, se preguntaba el dueño. Además indica que los accesos a Oropesa están muy controlados y “no podemos llegar ni a Mercadona”.
En Alcossebre, más de lo mismo. Los vecinos también están “alucinados con la cantidad de turistas que hay con respecto a hace unos pocos días”.
Los hogareños, también 'salen' a la costa
Pero no tan solo los visitantes de otras provincias desobedecen el Estado de Alarma decretado por el Gobierno que expira el 26 de abril. Como ya publicaba esta mañana Castellón Información, vecinos de Vila-real y Castelló de la Plana denunciaban que sus conciudadanos se desplazaban a Benicàssim y Borriana para pasar el fin de semana y además “lo hacen jactándose en redes sociales de que tienen vistas al mar cuando sabemos que hace cuatro días estaban en sus residencias habituales”.
Durante la última semana 1.019 policías locales trabajan en la provincia para denunciar a todo aquel que se salte el confinamiento. En los municipios costeros, como Benicàssim, con once denuncias y 278 personas identificadas es donde más se están intensificando los controles. En Borriana, los agentes obligan a dar media vuelta a los que intentan acudir a su segunda residencia. Y en Alcossebre y Peñíscola la policía ha cortado con muros los accesos a la localidad, aunque la Delegación del Gobierno lo ha prohibido, ha obligado a las policías locales a retirarlo, y ha asegurado que la Guardia Civil mitigará que esto se cumple.
