Los costes de rotación suponen para muchos empresarios un verdadero quebradero de cabeza. Hay estudios que cifran este coste en torno al 20% del salario en términos de reclutamiento, selección, formación y productividad, cuando no algunos estudios incluso los consideran superiores. No obstante y a pesar de la gravedad de estos resultados por lo que significan para muchas empresas, las hay que siguen tratando de taponar una herida profunda, con medidas que pudiendo parecer innovadoras, resultan insuficientes. Son muchos los motivos que hacen que una empresa se “desangre”. Desde la existencia o no de un sistema de compensación y beneficios justo y equitativo, que el trabajo sea desafiante y no aburrido, que se ofrezca autonomía y posibilidades de oportunidades laborales. Que el clima laboral sea seguro y saludable, que haya compañerismo y que los empleados puedan llevar una vida equilibrada con el trabajo o que la comunicación sea excelente. Pero es sin duda el liderazgo, que viene dado por la relación que guardan los empleados con su jefe, bajo mi propia experiencia personal en este sentido y también después de asesorar a muchas empresas, uno de los principales motivos del porqué, muchas empresas siguen en la UCI por no reaccionar antes. Y es que la capacidad de liderazgo de un jefe; que va desde motivar y recompensar el esfuerzo, organizar los recursos y el trabajo, establecer el ritmo de trabajo, servir como modelo a seguir para los empleados o la forma de comunicarse, afecta a la forma en que los empleados ven su trabajo.
Así por ejemplo, un estudio de cadetes en la academia militar de West Point (USA) de 2.019, reveló que aquellos cadetes que tenían como jefe directo a alguien con un buen liderazgo, aumentaban las posibilidades de permanecer en la academia 2,7 puntos porcentuales.
En la empresa privada, las conclusiones no son diferentes, pero lo que más debería preocuparnos, es que todavía se siguen poniendo “paños calientes” a un grave problema. Por ejemplo, con formacionesdirigidas exclusivamente a los empleados, cuando es el sistema inmunológico del paciente (la calidad de su equipo directivo)a mi entender, lo primero que debería reforzarse o incluso mejorarse.
¿Cambiamos el futuro?