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El grupo municipal del Partido Popular en Burriana se ha hecho eco de las quejas formuladas por vecinos y usuarios de los caminos rurales de la localidad después de que el tripartito haya reducido a un único camino, el que financia la Diputación Provincial, su intervención en la mejora de estas vías.
"Nos encontramos en un momento en el que la actividad en el campo se multiplica, motivada por la temporada de recogida de la naranja". Y este repunte en el tránsito de vehículos por la zona rural "se produce sobre unos caminos, los de Burriana, que presentan en algunos casos un estado precario, tal y como nos han transmitido vecinos y agricultores de la ciudad".
Una situación que, tal y como ha recordado Carlos Solá, regidor del PP en Burriana, "ya advertimos en verano, puesto que muchos vecinos que se desplazan a las alquerías se encontraban con unos caminos sobre los que no se había ejercido ninguna labor de mantenimiento".
Ahora, ha apostillado el edil, "se suma el desgaste del tráfico que va ligado a la campaña de recogida de naranja y que ha considerado que "lo oportuno hubiera sido que a lo largo del primer semestre y provoca que en casos como el del Marjalet, La Ratlla o Molí de l'Arròs, el firme presente un estado de abandono notable". Situación "agravada por el peso de los vehículos y su frecuencia de paso al que se suma el de los residentes y vecinos que acuden los fines de semana".
Cabe indicar que el tripartito de Burriana solo ha adjudicado este año la mejora del Camí La Coixa. Una obra que ejecuta el consistorio con una subvención del Gobierno Provincial de 12.500 euros a los que se sumará otra aportación del consistorio por idéntica cuantía. "Creemos que además de actuar sobre este camino, y dado que en el presupuesto de 2016 reservaron una partida de 100.000 euros para pavimentación, la intervención en este ámbito debería ser mayor". "Sobre todo, no ya solo por realizar actuaciones puntuales de calado, sino porque es necesario un plan anual de mantenimiento y conservación periódico de los caminos que permita que no se lleguen a extremos tan críticos como el del Marjalet o Molí de l'Arròs". "Sin embargo, con su abandono el tripartito demuestra cuáles son sus prioridades y, sin lugar a dudas, el estado del campo ocupa uno de los últimos lugares".
