“Han aprovechado la Magdalena para para licitar los trabajos “de tapadillo”, ha acusado Sergio Toledo
Castellón Información
El portavoz adjunto del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Sergio Toledo, ha lamentado que el gobierno de la ciudad de Castellón ponga la directa para deshacerse de la Cruz del Ribalta, gastándose 71.286 euros, “en plena crisis económica y cegado por su sectarismo”. “Han aprovechado la Magdalena para para licitar los trabajos “de tapadillo”, con un coste de dinero que estaría mejor empleado en las necesidades reales de los castellonenses en plena crisis económica, que pasan por bajar impuestos y ayudar a quienes más lo necesitan”, ha añadido.
Para Toledo, es “decepcionante y dice muy poco del gobierno municipal que sigue centrado en satisfacer sus intereses y no en el interés general de los castellonenses. Deshacerse de la Cruz del Ribalta, que fue resignificada en 1979 por acuerdo plenario para rendir homenaje a todas las víctimas de la violencia, es la prioridad de este gobierno tripartito de PSOE, Compromís y Podemos) cuando en plena crisis económica hay familias que no llegan a fin de mes por el alza de los precios de todo, de la luz, la gasolina, el gas, la cesta de la compra… y con las pymes y autónomos haciendo peripecias para sobrevivir”.
Asimismo, Sergio Toledo advierte de que “la alcaldesa Amparo Marco está en riesgo de cometer prevaricación y falsedad documental si continúa adelante con sus planes de deshacerse la cruz del Ribalta. La decisión está basada en una definición que ignora conscientemente y a sabiendas la verdadera identidad del monumento, que no tiene nada que ver con la cruz de los caídos ni ninguna simbología franquista, sino que ahora es un mero símbolo religioso de homenaje y recuerdo a las víctimas de la violencia sin exaltación ideológica de tipo alguno”.
Para Toledo se trata de un modo de actuar “propio del gobierno del ‘ordeno y mando’, al que ya nos tienen acostumbrados, porque ni respetan la participación ciudadana, ni la opinión de los castellonenses a la hora de decidir proyectos que afectan al día a día de toda la ciudad, como hemos visto al tirar adelante con la reforma de la avenida de Lidón, a pesar de la oposición mayoritaria de castellonenses, más de 300 salieron a la calle para frenar la obra. y como van a hacer próximamente con la obra de la Paz, gastándose cerca de 900.000 euros para reformarla y eliminar un carril de acceso a la calle Mayor sin que nadie lo haya pedido”.
La Cruz del Ribalta está resignificada por acuerdo plenario desde el 31 de mayo de 1979, ya entonces se eliminaron los vestigios franquistas y se decidió dedicar el monumento a las víctimas de la violencia, sin distinción. Por tanto, desde hace 43 años la Cruz del Ribalta es un monumento que sí cumple con la Ley de Memoria Histórica, el problema es que tenemos un gobierno municipal que presume de Memoria Democrática, pero no la ejerce, concluye Toledo.