El equipo de gobierno ultima la elaboración de los presupuestos de 2025 que se prevé que se aprueben en el pleno del próximo mes de diciembre
Quince meses se cumplen desde que el PP pactara con la formación de Abascal para sacar adelante su proyecto de ciudad en Castelló. Un acuerdo que ha protagonizado numerosas idas y venidas durante este año y medio, en el que se han podido evidenciar las discrepancias del bipartito.
Iniciativas como la celebración del Día del Orgullo LGTBI, en el que la formación de ultraderecha se posicionó en contra de su socio e, incluso, llegó a manifestar que su formación “nunca apoyará al colectivo LGTBI”, al que tildó de “rebaño de colorines”, abrieron una brecha en el equipo de gobierno.
Una fisura que también se ha vislumbrado en uno de los asuntos clave para Vox: la cruz del Ribalta. Y es que mientras el PP –que durante la campaña electoral se posicionó en contra de la retirada—ha esquivado la reposición del símbolo tras conocerse la anulación por parte del juzgado, Vox ha pedido desde el inicio de la legislatura la instalación de un monumento en forma de cruz en el parque Ribalta.
Y a ello se suma la negación de la violencia machista. Cabe recordar que la extrema derecha presentó en febrero de este año una moción en la que solicitó la retirada de los puntos violeta durante las fiestas de la Magdalena. Una acción que volvió a alejar posturas entre ambas formaciones hasta el punto de que el PP acusó a su socio de iniciar un debate "estéril y ocioso" y Vox les tildó de “hipócritas”.
Sin embargo, pese a las discrepancias y las líneas rojas marcadas, el PP confía en que el pacto se prolongue hasta 2027. “Estamos muy contentos. La relación con Vox es muy buena, como también lo es el trabajo entre todas las áreas”, señalan desde el partido. “El pacto goza de muy buena salud y esperamos que dure toda la legislatura”, aseguran.
Y muestra de ello es la aprobación hace escasas semanas de las ordenanzas fiscales o el trabajo conjunto para ultimar los presupuestos de 2025, unas cuentas que se prevé que se aprueben en el pleno previsto para el mes diciembre.
En este sentido, los populares han subrayado que en este año y medio de gobierno “hemos cumplido más de 50% de los objetivos que nos habíamos marcado” y ha asegurado que la ciudad “tiene lo que no ha tenido estos últimos años: un gobierno fuerte, sólido, sin fisuras y que no se contraprograma ni se hace competencia, sino que trabaja de manera conjunta por Castellón”.
Una opinión que comparte el portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Antonio Ortolá. “Estamos logrando cosas muy positivas juntos y, aunque somos dos partidos, trabajamos como un único gobierno”, aunque ha advertido, sin embargo, que “es evidente que tenemos nuestras diferencias, pero no las ponemos por encima de los intereses de los castellonenses”.
El portavoz de la formación de Abascal revela que la ciudad “va en la buena dirección” y que ambos partidos “somos leales al pacto”. “Lo que no puede suceder jamás es que vuelva el desapego de los ciudadanos hacia la corporación municipal, como ocurrió los ocho años anteriores, donde el Ayuntamiento era un fortín fuera del alcance de los castellonenses”.
