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Un nuevo escándalo generado por el desastre económico de Benlloch. El alcalde ha provocado un nuevo pufo de 145.621 euros en gastos de protocolo, pese a que no dispone de presupuesto y, de forma paralela, sube el IBI a los vecinos de la ciudad.
A través de un informe de los servicios jurídicos del Ayuntamiento advierten al alcalde de este pufo al querer pagar un gasto de más de 12.000 euros en varias facturas de viajes. En el momento de pagar estos gastos, la Intervención advierte a Benlloch de que en la partida de protocolo hay un gasto de más de 145.000 euros acumulados y sin pagar y se le avisa de que esas facturas "ya son exigibles al Ayuntamiento al encontrarse en situación de debidamente conformadas y, por tanto, reconocida la deuda comercial con los proveedores.
Tal y como ha lamentado el edil del PP en Vila-real, Carlos Gil, en este informe se juntan dos realidades del desastre Benlloch: se sigue gastando más de lo que se ingresa y se gasta en caprichos.
"Es lamentable que los proveedores y empresarios sigan sin cobrar y, en lugar de solucionarlo, se apueste por seguir gastando a manos llenas" y que "encima, Benlloch sea tan irresponsable de fabricar mentiras para buscar culpables en lugar de admitir que llevan desde 2014 gastando más de lo que se ingresa".
Para el edil "a este caos se suma el hecho de que queda claro cuáles son las prioridades para Benlloch y su equipo: los caprichos". Gil señala que "no sólo se gasta dos millones de euros para comprarse el Gran Casino sino que gasta a manos llenas en protocolo y caprichos, en comidas o en que una empresa actualice el Facebook del SME" mientras que "de forma paralela, Benlloch nos sube el IBI a todos y aplica recortes históricos para todos los vecinos".