Aumentan en 20 plazas, por lo que la capacidad pasa de 39 a 59, que permanecerán activos durante todo el invierno para procurar abrigo a los 'sin techo'
El gobierno municipal de Castellón ha activado el protocolo de atención nocturna para personas sin hogar en el albergue municipal ante la DANA, con una ampliación de 20 plazas y refuerzo de la atención social. Este protocolo de atención nocturna, que se ha activado antes de tiempo como consecuencia de los recientes episodios de fuertes vientos y lluvia, permanecerá operativo durante todo el invierno, asegurando que el albergue municipal esté preparado para responder a las necesidades en los meses más fríos del año.
En respuesta a las circunstancias climáticas adversas generadas por la presente DANA, el gobierno municipal ha activado el protocolo de atención nocturna, con un aumento de 39 a 59 las plazas disponibles en el albergue municipal. La concejal de Bienestar Social, Maica Hurtado, ha explicado que “esta ampliación de 20 plazas tiene el objetivo de atender de la forma más eficiente posible a las personas sin hogar en la ciudad, proporcionando además un seguimiento personalizado para cada caso”.
Hurtado ha señalado: “Ponemos en marcha un año más un dispositivo de actuación adaptado a las necesidades de las personas sin hogar, lo que nos permite intervenir en cada caso de manera individualizada. Con un seguimiento social mediante derivación de los Servicios Sociales municipales o del Servicio de Acogida y Acompañamiento de Cáritas, se valora cada situación, sea para facilitar la entrada en el albergue o llevar a las personas sin hogar al hospital en el caso de que sea necesario”.
El dispositivo no solo busca ofrecer refugio temporal, sino también establecer un sistema de apoyo integral para las personas acogidas. En este sentido, cabe recordar que, desde el año pasado, se realiza una entrevista inicial a cada usuario para evaluar sus circunstancias y determinar si es necesario prorrogar su estancia, además de identificar necesidades específicas que puedan ayudarles a reconstruir sus vidas. En este sentido, Hurtado afirmaba: “Es imprescindible que el albergue ofrezca más que una cama caliente, proporcionando un seguimiento social que permita conocer a fondo la situación de cada persona y ofrecer el apoyo necesario para su recuperación y reintegración”.
Este protocolo permanecerá operativo durante todo el invierno, para asegurar que el albergue esté preparado para responder a las demandas y necesidades que surjan en los meses más fríos del año. La activación del protocolo incluye, además, la colaboración de entidades sociales como Cáritas para garantizar un acompañamiento continuo, favoreciendo la detección y respuesta inmediata a casos de mayor urgencia.