El secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha remarcado “el peso clave de esta industria en la economía valenciana” y ha instado a la UE a consolidar “una nueva política industrial que genere empleo” y en la que no sean los sectores productivos quienes paguen “sus platos rotos”.
Castellón Información
El secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha mantenido hoy un encuentro con la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) para abordar la situación que atraviesa el sector “frente a los constantes ataques del gobierno de Rajoy” así como para establecer las acciones de defensa de este sector que los socialistas plantearán ante las instituciones europeas. En este sentido, desde el PSPV han propuesto la creación de un programa coordinado entre la Generalitat y el Gobierno Central “que apueste, promueva y haga posible la rehabilitación en una época de crisis como la actual”.
“Los socialistas vamos a proponer medidas de carácter fiscal e incentivos que consigan reactivar un sector como este, clave en la economía valenciana y que se ha visto gravemente perjudicado por el aumento de los impuestos del gobierno del PP”, ha asegurado Ximo Puig, quien ha lamentado la ausencia de una política industrial competitiva y capaz de generar empleo de la Generalitat, así como el aumento de las tasas energéticas del gobierno de Rajoy.
Además, el secretario general del PSPV ha elogiado el trabajo del sector “para seguir hacia delante y seguir siendo un factor fundamental para el progreso de la Comunitat incluso a pesar de los ataques del PP” y ha recordado la necesidad de consolidar un plan urgente “para reactivar la industria cerámica a través de un programa de exenciones e incentivos fiscales que favorezcan la rehabilitación en una época como la actual en la que la nueva construcción ya no es la solución”. “Las políticas de incentivos en sectores clave son fundamentales y beneficiosas incluso para el Estado porque como ocurre en el sector automovilístico pueden acabar aportando mayores beneficios a las arcas públicas”, ha insistido el líder socialista.
“Los sectores productivos valencianos no pueden pagar los platos rotos”
A la reunión también han asistido además de los representantes de ASCER, el portavoz de Industria del grupo socialista en Les Corts, Francisco Toledo, así como la eurodiputada valenciana, Inmaculada Rodríguez Piñero, quien se ha comprometido a trasladar a Europa las reivindicaciones y problemáticas de este sector clave para la economía valenciana. De hecho, el veto ruso a los productos valencianos ha sido otro de los aspectos más destacados de la reunión, ya que como ha insistido Ximo Puig “los sectores productivos valencianos no pueden ser quienes paguen los platos rotos de la Unión Europea”. En este sentido, desde el PSPV, han instado al nuevo Parlamento Europeo “a consolidar una nueva política industrial que genere empleo y no por el desarme industrial que ha predominado en los últimos años” y han señalado que desde Europa se debe tomar conciencia de que “cuando se toma una decisión política las medidas adoptadas pueden tener consecuencias catastróficas para sectores clave y para el empleo de algunas regiones como ha ocurrido en este caso con el veto ruso”.
“Europa debe de ser consciente de que ni los sectores productivos valencianos ni los del resto de España deben pagar sus platos rotos”, ha apuntado Ximo Puig, quien ha asegurado que con la actual política industrial europea “es muy difícil que se cumpla el objetivo de que represente el 20% del PIB en 2020” y se ha mostrado “muy preocupado” por el futuro de este sector tras el cierre de las fronteras rusas y toda su área de influencia, lo que dificulta notablemente las expectativas de exportación.
Tasa energética
El líder de los socialistas valencianos también ha apuntado durante el encuentro que las tasas energéticas aplicadas al sector representan “el ejemplo lamentable de lo que han sido los tres años de Rajoy en el Gobierno” y ha insistido que todas las actuaciones del ministerio de Industria en estos años “no han hecho otra cosa que perjudicar al sector, reducir su competitividad y propiciar una injusta bajada salarial”. Por ello, Ximo Puig ha apostado por una política de incentivos para la reactivación de la economía y del consumo interno “que favorezca la presencia del sector cerámico en el exterior y que acabe con la devaluación salarial”.
