Iván Sánchez Cifre. Alcalde de Sant Jordi
No os descubriré nada nuevo si comienzo esta reflexión diciendo que la evidencia científica ha probado desde hace muchos años cómo el ejercicio mental y físico, la actividad en nuestro día a día, contribuye en positivo a nuestra salud. Que conforme vamos cumpliendo años es más necesario y positivo para nuestro bienestar mantener una actividad en nuestra rutina, unos hábitos saludables que nos ayuden a envejecer de la mejor forma. Pues bien, hoy comparto con vosotros mi opinión y defensa de nuestros pueblos de Castellón como auténticos precursores y centros del envejecimiento activo de los que más queremos.
Y es que el inicio de septiembre parece que, al igual que hacen nuestros hijos retomando sus clases, vuelva a presentarnos como oportunidad trazar nuestra rutina del nuevo curso: planificamos horarios, actividades y, por qué no decirlo, las nuevas ilusiones que ocuparán nuestros próximos días, semanas y meses. Y en ese ‘retorno a la normalidad’ tan especial además después de dos años de pandemia, hoy quiero poner en valor el trabajo que se realiza a través del Servicio de Promoción de la Autonomía Personal, antes denominadas Unidades de Respiro Familiar.
Mujeres y hombres de más de 60 años que encuentran en sus pueblos estos centros precursores del envejecimiento activo con actividades como gimnasia, manualidades, talleres variados, juegos, charlas de interés y actividad cognitiva. Lugares que irradian energía positiva y que contribuyen a consolidar nuestros pueblos como precursores de esa calidad de vida que queremos mantener para todos nuestros vecinos y especialmente para los que lo han dado todo por nosotros: nuestras personas mayores.
Hoy, mientras paseaba por las calles de Sant Jordi de camino al Ayuntamiento lo iba pensando: el interior de Castellón debe potenciar también esta calidad de vida y actividad a nuestros mayores como oportunidad para consolidar población. Que nuestros mayores, cada vez más activos y saludables, puedan ver en sus pueblos el lugar ideal para disfrutar de esta etapa vital. Devolvámosles eso que vieron perdido durante la pandemia y que tanto daño les ha hecho: la convivencia, actividad y cuidado comunitario en estos centros que suman valor a un pueblo que ya de por sí ofrece cantidad de oportunidades a toda la población para mantenerse activa.