Rafa Cerdá. Abogado.
¿Se acuerdan de la mítica canción italiana titulada "Parole, Parole"?, inconfundible melodía con la que, durante la explosión estival de julio y agosto, obsequian al respetable multitud de orquestas en plazas de pueblos con ocasión de sus Fiestas. No se diferencia mucho la política patria de los bailes celebrados con ocasión de festejos, días de celebración que suponen el retornar a la vida de cientos de localidades aletargadas durante todo el año, y que con la llegada del verano, reúnen a sus oriundos repartidos por toda la geografía de esta España nuestra.
Y así, al modo de invitación al baile, ha dado comienzo el cortejo de parejas; Rajoy con Rivera, Sánchez con su lozana baronesa andaluza (léase Susana Díaz), Iglesias consigo mismo (él puede y él lo vale, no sea que lo confundan con la casta) o como mucho le da la manita a Ada Colau por aquello que de la necesidad virtud, los catalanes en pleno onanismo (son independentistas y no necesitan a nadie. Faltaría), los nacionalistas vascos con la falda corta, enseñan muslo pero su estilo es todavía muy pudoroso, todavía...se proponen bailes, se conciertan encuentros, se dicen susurros al oído. Quién lo ha visto y quién diría que son los mismos que menos de un mes atrás se llamaban de todo, unos a otros. Parole, parole...
Las temperaturas subiendo, sin que el mercurio vaya a dar tregua en bastante tiempo, y mientras los sufridos contribuyentes buscamos una sombra que nos cobije de tanta provisionalidad a la hora de conformar un Gobierno, de tanta interinidad en la toma de decisiones que saquen del marasmo a nuestro país, nuestros representantes quedan para bailar a su propio compás, sin atisbar respuestas claras y acometer decisiones valientes. Todos quieren mucho a España y desea actuar conforme al interés general pero nadie se mueve ni un ápice de sus posiciones. Parole, parole,...
¿No estará ya bien?, ¿otra vez nos veremos a acudir a votar por tercera vez en el breve intervalo de un año?, ¿no han expresado nuestros bailongos dirigentes que en ningún caso se repetirán las elecciones?, ¿y entonces a qué viene ese bloqueo de unos contra otros, esa especie de incapacidad acordar un mínimo plan de acción política?. Parole, parole...
Por favor, que ya estamos hartos de nuestro propio hartazgo. Si nos quieren, gobiernen de una puñetera vez, y déjense de...lo dicho: Parole, parole...