F. A.
El Castellón cuenta con un nuevo refuerzo. Se trata del delantero valenciano Raúl Fabiani, que desde el lunes se encontraba a las órdenes del técnico Kiko Ramírez. El futbolista ocupará la vacante dejada por Raúl Carmona que hace dos meses abandonó la disciplina albinegra. Y es posible su fichaje porque el atacante, ex del Marbella, se encontraba en el paro. Se trata de un jugador de altura, con sus 1,98 metros.
El club de la capital de la Plana sondeó la posibilidad de reforzar su plantilla debido a la gran cantidad de lesionados que tiene el equipo, en especial en el ataque. Hasta la segunda eliminatoria del ‘play-off’ no podrá contar con ninguno de los cuatro delanteros que tiene. Para esa fecha recuperará, si no hay nuevos contratiempos, con Tarip Spezie y con Antonio Martínez.
Raúl Iván Fabiani Bosio (Valencia, 23 de febrero de 1984), con doble nacionalidad (española y la de Guinea Ecuatorial), ha jugado en equipos como el Lanzarote, Villajoyosa, Alcoyano, Huracán de Valencia, Olimpia de Xàtiva, Teruel o el Marbella, donde jugó 12 partidos y 501 minutos en la presente temporada. En el club malagueño causó baja hace unos meses y ahora se encontraba en el paro.
Ahora el técnico Kiko Ramírez dio el visto bueno para que Raúl Fabiani se convierta en nuevo delantero del Castellón hasta final de temporada, y no se descarta que también lo sea la próxima campaña si es que la escuadra castellonense consigue el ascenso a Segunda B.
El club colabora con la Asociación “Síndrome de Microdeleción 5q14.3 – MEF2C”
El Castellón, de nuevo, esta mañana ha dado una muestra de apoyo a colectivos sociales que integran a personas con algún tipo de discapacidad. En este caso, la entidad albinegra quiere dar visibilidad a una Asociación nacida hace escasas fechas en Castellón cuyo nombre, ciertamente como la propia enfermedad, es raro: Es la Asociación “Síndrome de Microdeleción 5q14.3 – MEF2C”. Celia, nacida el nueve de septiembre de 2011, melliza de Irene y con una hermanita más pequeña, Martina (Febrero de 2015), es una de las dos personas que tienen diagnosticada esta patología en toda España, la cual les provoca un retraso psicomotor y episodios de epilepsia con rasgos del espectro autista; en el caso de Celia sólo son febriles. Las tres son unas niñas muy queridas y la alegría de sus padres y toda la familia.
Al ser melliza, muy pronto sus padres se dieron cuenta de que el desarrollo de Celia no era el adecuado, que algo no estaba bien; no miraba, no jugaba, no sonreía... A los ocho meses tuvo su primera crisis epiléptica y esto desencadenó todo. “A partir de este momento empezamos dos años y medio de pruebas, de idas y venidas a hospitales y de visitas a diferentes neuropediatras, tenemos que decir que en el aspecto médico no hemos tenido demasiada suerte: nos han perdido pruebas, ha recibido tratamientos equivocados y en muchas ocasiones nos hemos sentido perdidos, sin saber muy bien dónde acudir. Hay mucho por hacer en el diagnóstico de las enfermedades raras”, explican sus padres.
