Empresarios de los locales de ocio denuncian que Costas prohíbe sus instalaciones, pero ‘pasea’ máquinas donde anida el chorlitejo
Los problemas de los chiringuitos de la playa con Costas, están relacionados con el reconocimiento del litoral de Castellón como ‘playas con fauna’. Mientras se buscan soluciones a corto plazo, se barajan alternativas: cambiar la calificación de las playas y remodelar Ferrandis Salvador para ubicar los chiriguitos en la acera. Los empresarios denuncian que Costas les niega permiso pero ‘pasea’ máquinas en la playa del chorlitejo para llevarse la arena a Benicàssim.
Esperanza Molina/ Castellón Información
La entrevista del conseller de Territorio, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España con la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, servía también ayer, para conocer qué gestiones se realizan por parte de ambas entidades para intentar dar solución a los chiringuitos de las playas de la capital de la Plana.
Aparte de las críticas políticas, que de ello ya se encargan los grupos de la oposición, no está de más conocer por qué se produce esta situación y qué alternativas se barajan para racionalizarla.
El chorlitejo patinegro
Hace ya mucho tiempo que se documentó, que hay especies en extinción, como el chorlitejo patinegro, que necesitan de una especial protección. Para garantizar su viabilidad, ya a finales de la década de los 80 del pasado siglo se decidió reservar una zona de la playa del Serradall para que pudieran nidificar y reproducirse.
De esta forma, en Castellón se destinan playas para el turismo, donde las máquinas remueven la arena y eliminan la vegetación para que sean del agrado de los turismos; pero esas mismas máquinas no transitan por la zona protegida del Serradall, para conservar el hábitat natural de los chorlitejos y otras especies.
Con el paso de los años, la zona protegida de la Playa del Serradall se ha ampliado y ha sido dotada de pasarelas para que puedan convivir los turistas y los chorlitejos patinegros.
Castelló, 'playas con fauna'
Ahora bien, a efectos de calificación, las tres playas de Castellón están reconocidas como ‘playa con fauna’, lo que se traduce en un grado de protección que no solo afecta al Serradall. Una calificación que viene de años y que, posiblemente fue introducida como tal en los estudios previos del Pativell.
Y aquí es donde llegan las contradicciones. Si el Ayuntamiento de Castelló quiere fomentar el turismo en su litoral a través de sus kilómetros de playa, deberá delimitar qué zonas se someten a las restricciones como ‘playas con fauna’ y cuales de ellas tienen un grado de protección ambiental más reducidos.
El litoral está regulado por Costas. El ayuntamiento es la entidad que tiene las funciones de delimitar los planes de explotación de sus playas, pero Costas tiene la competencia de preservar el litoral en función del grado de protección al que está sujeto.
Así las cosas, el ayuntamiento puede sacar a contratación los chiringuitos, pero es Costas quien debe determinar el periodo en el que pueden prestar servicio.
Según explicaba la alcaldesa de Castelló, los empresarios de los chiringuitos que optan a la explotación de estos negocios conocen las condiciones. Es más en los contratos ya se dice de forma expresa, que será Costas quien deba dar la autorización y para qué periodo. Cuando los empresarios obtuvieron la adjudicación debían haber previsto que Costas no les daría permiso hasta el 1 de julio. En lugar de eso, todos ellos se apresuraron a montar el pasado fin de semana, antes de que la certificación de Costas fuera notificada al ayuntamiento.
¿Qué alternativas caben para beneficiar a los empresarios sin incumplir las normas?
Tanto la Conselleria de Territorio como e Ayuntamiento de Castellón se comprometían públicamente a mediar por los intereses de los empresarios para intentar adelantar en unos días los permisos de los chiringuitos. Estas son las gestiones inmediatas que se desarrollan en ambos departamentos.
Pero también se buscan soluciones más duraderas. Una de ellas pasa por modificar la calificación de las playas del Pinar y el Gurugú de Castellón. Un trámite que puede resultar algo completo, pero que se trabaja ya por parte de los expertos. Paralelamente, manifestaba la alcaldesa Amparo Marco, el otro objetivo se centra sobre la remodelación de la avenida Ferrandis Salvador.
El proyecto que pretende desarrollar la entidad municipal cuando pueda disponer de fondos para ello, es la de acondicionar toda la avenida para solventar otros muchos problemas que se dan en la zona, como las acometidas de luz y agua. Pero además, poder disponer de áreas ‘duras’ (aceras) mucho más amplias que permitan que esos chiringuitos que ahora se instalan sobre la arena, puedan hacerlo sobre el pavimento.
La entidad municipal entiende que esta alternativa sería positiva porque permitiría poder fijar negocios con infraestructuras más sólidas que no sean solo de temporada, con actividad durante el resto del año; y además también sortearía las actuales limitaciones de Costas.
Los empresarios denuncian que Costas retira la arena de la playa de Castelló
Mientras ayuntamiento y Conselleria realizaban estas manifestaciones, uno de los empresarios de los chiringuitos emitía un video en redes sociales, en el que denunciaba que Costas, que les impide iniciar la actividad, trabaja con grandes máquinas en la playa del Chorlitejo para retirar arena destinada a mejorar las condiciones del litoral de Benicàssim.