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Más de 250 delegados han asistido hoy, en representación de 1,3 millones de socios, a la Asamblea General Ordinaria de Delegados de Cajamar, en la que se han aprobado el informe de gestión y las cuentas anuales individuales correspondientes al ejercicio 2016, así como la distribución de excedentes disponibles y las líneas básicas sobre destino y aplicación del Fondo de Educación y Promoción.
El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde se ha referido a los principales temas que han centrado la atención de la entidad en 2016, un año que ha calificado de incertidumbres y retos. Ha manifestado que la crisis financiera ha provocado un cambio radical en el sector bancario, sometido a sensibles variaciones en las reglas de mercado y a una creciente presión regulatoria de carácter prudencial. Una situación que en su opinión se está viendo acelerada por los estrechos márgenes y los movimientos que se están produciendo en la función de intermediación financiera, que están trastocando el modelo de negocio tradicional. De ahí, la necesidad de avanzar hacia estructuras mucho más flexibles, tanto en lo tecnológico como en lo organizativo, capaces de integrar nuevas formas de trabajar y concentrar regulaciones, nuevas competencias y una gestión más avanzada del riesgo. Y todo ello poniendo al cliente en el centro de la reflexión estratégica.
Reforma ley cooperativas de crédito
En relación a la próxima reforma de la Ley de Cooperativas de Crédito, el presidente de Cajamar ha manifestado que, por lo que se conoce, todo indica que va a incentivar la constitución de sistemas institucionales de protección con el fin de dar respuesta a eventuales problemas de gobernanza y solvencia que puedan presentarse en un futuro. Una cuestión que Cajamar tiene resuelta, ya que en 2009 se anticipó con la constitución del primer SIP del sistema financiero español, actualmente integrado por veinte entidades, y que lleva funcionado desde 2014 bajo la supervisión del Banco Central Europeo. “Esperamos, pues, que la iniciativa que nosotros nos anticipamos a poner en marcha hace ahora ocho años, y que la reforma de la legislación de cooperativas de crédito parece querer incentivar, sea también para otras entidades un nuevo y verdadero paso adelante encaminado a una mejora de la gobernanza, y a garantizar la capitalización y la solvencia de todas las entidades”, subrayó.
Mapa bancario
A continuación, Eduardo Baamonde ha hecho mención al reajuste de la estructura del sector financiero en nuestro país, sobre el que algunos analistas apuntan hacia un mapa bancario con apenas 10 entidades de implantación nacional, frente a las 45 que existían en 2008. Sobre este asunto ha avanzado que “las fusiones que se llevarán a cabo traerán como consecuencia el fortalecimiento de nuestros competidores, pero también dejarán huecos por cubrir que si sabemos aprovechar nos permitirán captar nuevos clientes. Por eso estamos convencidos de que seremos una de las 10 entidades que permanezcan en el sector, con dimensión, solvencia, fortaleza y, sobre todo, con personalidad propia, con un modelo de negocio diferenciado, que se moderniza y actualiza al ritmo de la economía digital y la sociedad del conocimiento, abriendo nuevos canales y servicios a socios y clientes”.
En relación a este tema, aunque no se esperan nuevos movimientos corporativos a corto plazo, el presidente de Cajamar ha reiterado lo ya apuntado en años anteriores: “Mantenemos las puertas abiertas a nuevas integraciones, convencidos de que son necesarias para superar así los retos derivados de una competencia creciente y una realidad cambiante y extraordinariamente exigente, pero sin renunciar por ello a nuestros principios, valores y visión de futuro”.
Ejercicio positivo
Por su parte, el director general de Cajamar, Francisco González ha presentado a la asamblea general las principales magnitudes del negocio y de la cuenta de resultados obtenidos en 2016, subrayando que contribuyen a asentar las bases de la entidad, fortaleciéndola y preparándola para la nueva etapa de la economía que ya comienza a vislumbrarse tras casi un decenio de crisis: “Ha sido sin duda un ejercicio positivo para Cajamar y para nuestro Grupo, sobre todo en aquellas cuestiones que dependen directamente de nuestro desempeño y de nuestra estrategia, y máxime teniendo en cuenta el contexto de extrema competencia en un entorno de tipos de interés bajo cero, así como la vigilancia a la que está sometida la banca tanto del lado del supervisor como por el conjunto de la ciudadanía, que presionan a las entidades para que no se repitan las irregularidades y los excesos cometidos en etapas anteriores”.
En su informe de gestión Francisco González ha destacado que “la adecuada gestión de los márgenes de contratación, el trasvase de saldos de depósitos a plazo a favor de cuentas a la vista y recursos fuera de balance, y el menor coste por la financiación mayorista han sido determinantes para compensar, en cierta medida, el menor rendimiento de la cartera crediticia derivada de los bajos tipos de interés”.
Con estas bases, y a la espera de un cambio de ciclo de la política monetaria, los objetivos de Cajamar seguirán siendo los mismos en 2017: mejorar la eficiencia comercial y operativa, intensificar la venta de activos improductivos, reducir la morosidad y equilibrar nuestra presencia territorial en toda España. “Para que nuestra cuenta de resultados se sostenga en el crecimiento del negocio, como corresponde a una entidad de ámbito nacional que apuesta por una banca de base cooperativa y vocación de proximidad, rentable, competitiva y sostenible en el marco de la sociedad digital y de la economía del conocimiento”, ha concluido Francisco González.
Resumen del ejercicio
Negocio
En 2016 se han mantenido sin apenas variación las circunstancias de ejercicios anteriores, con tipos de interés negativos y márgenes muy estrechos que dificultan la generación de ingresos y, por tanto, la rentabilidad. Aun así, el Grupo Cooperativo Cajamar ha obtenido un resultado de 76,1 millones de euros, un 8,4 % más que en el ejercicio anterior.
El balance se sitúa a 31 de diciembre de 2016 en 39.166 millones de euros, tras experimentar un descenso interanual de 1.295 millones de euros, principalmente por las ventas realizadas de cartera de renta fija y variable, la disminución de los activos dudosos, la menor apelación a los mercados mayoristas y la preferencia por los productos de ahorro de fuera de balance.
El negocio de balance total, que incluye además del negocio de balance minorista los recursos mayoristas, alcanza los 65.579 millones de euros. Los recursos de balance ascienden a 34.240 millones, lo que supone una disminución anual de 1.520 millones motivada exclusivamente por la menor apelación a los mercados mayoristas, ya que los recursos de clientes minoristas superan el nivel del año anterior, con 25.353 millones.
Los recursos fuera de balance registran un crecimiento del 24,3 % hasta los 3.242 millones de euros, liderados por los seguros de ahorro y, especialmente por los fondos de inversión, que avanzan un 32,3 % y 48,9 %, respectivamente. Los activos dudosos de la inversión crediticia evolucionan favorablemente con un descenso anual de 974 millones de euros, un -18,8 % en términos relativos, lo que ha permitido una mejora anual de 2,47 pp de la tasa de morosidad hasta el 13,44 %. Como consecuencia, la tasa de cobertura global se sitúa en el 43,09 %, con un fondo de insolvencias total de 1.820 millones de euros.
Resultados
La bajada de los ingresos procedentes del negocio tradicional ocasiona un descenso del margen de intereses del 1,2 %. El ahorro de los costes financieros, a través de la adecuada gestión de los márgenes de contratación, el impulso de los depósitos a la vista, así como los menores costes de la financiación mayorista, han sido determinantes para compensar la bajada de los ingresos financieros del crédito a la clientela. La adecuada gestión de activos y pasivos aporta a la cuenta de resultados unos ingresos de 186 millones en concepto de Ganancias/Pérdidas por activos y pasivos financieros (ROF), 81 millones más que el ejercicio anterior, que han logrado absorber los menores ingresos por comisiones e ingresos financieros.
En consecuencia, el margen bruto experimenta un crecimiento del 6,6 % hasta alcanzar la cifra de 1.013 millones de euros, lo que supone una rentabilidad sobre activos totales medios del 2,56 % frente al 2,41 % del año anterior. El impulso de los ingresos brutos y la contención en gastos dan lugar a un margen de explotación de 383 millones, un 17,5 % más que el ejercicio precedente.
Eficiencia
El incremento del margen bruto, 5,6 pp superior al de los gastos de explotación, facilita una mejora de la eficiencia respecto al año anterior de 3,5 pp, hasta situarse en el 62,17 %.
Capital social
El capital social del Grupo registra un crecimiento de 102 millones de euros, un 4,2 % en términos relativos, que le permiten alcanzar los 2.535 millones de euros. El número de socios cooperativistas ha aumentado en 11.849 hasta situarse en la cifra de 1.428.900.
Solvencia
A 31 de diciembre de 2016, el Grupo Cooperativo Cajamar tiene unos recursos propios computables de 2.990 millones de euros, un 18,6 % más que en 2015, dando lugar a un incremento del coeficiente de solvencia del 1,4 % respecto al año anterior hasta alcanzar el 12,96 %, nivel que cumple con lo establecido por el regulador en el Pilar I (8,0 %), que genera un excedente de 1.145 millones de euros.
Por otro lado, el CET 1 Capital mejora hasta el 11,36 %, lo que le permite cumplir con los requerimientos de capital CET1 comunicados por el Banco Central Europeo en base al proceso de revisión y evaluación supervisora, que alcanzan el 10,25 % incluyendo el mínimo exigido por el Pilar I (4,5 %), así como los requerimientos del Pilar II y el colchón de conservación de capital (5,75 %). Esto supone un exceso de CET1 del 1,11 % o 256 millones de euros.
Oficinas y empleados
En el Grupo trabajan 6.036 profesionales en una red comercial integrada al cierre del ejercicio por 1.191 oficinas, repartidas por 42 provincias y las 2 ciudades autónomas. En 2016 se han abierto 7 nuevas sucursales en las localidades de Mérida (Badajoz), Úbeda (Jaén), Alcázar de San Juan y Tomelloso (Ciudad Real), Olot (Girona), Osuna (Sevilla) y Port d’Alcúdia (Mallorca).